Borra tus lágrimas.

Hay momentos en la vida en los que todo parece desmoronarse; momentos en los que lloras porque aquello por lo que tanto has luchado está a punto de perderse. Pareciera que todos tus esfuerzos son en vano y no hay recompensa para tu trabajo.

Cuando esto te ocurra, permite que Dios te consuele. Dios dice que hay esperanza para tu futuro, y también para tus hijos.

El consuelo de Dios se manifiesta cuando te hace consciente de que has sido apartado(a) para el Señor: «Entonces uno de los veinticuatro ancianos me preguntó: “¿Sabes quiénes son estos que están vestidos de blanco y de dónde han venido?” —“No, señor,” respondí, “dímelo.” —“Estos son los que han pasado por la gran tribulación,” me dijo. “Sus ropas están blancas porque las lavaron y blanquearon con la sangre del Cordero.”» Apocalipsis 7:13-15

Su consuelo también se hace evidente en tu servicio al Señor. Una de las recompensas para quienes le sirven es experimentar su protección y provisión: «Por eso están delante del trono de Dios y le sirven día y noche en su templo. El que está sentado en el trono los protegerá; jamás volverán a tener hambre ni sed, y estarán a salvo del sol abrasador del mediodía.» Apocalipsis 7:16

Por último, el consuelo más profundo de Dios llega cuando eres pastoreado por Jesús: «El Cordero que está en el trono los alimentará y, como pastor, los guiará a fuentes de agua de vida. Y Dios enjugará todas sus lágrimas.» Apocalipsis 7:17

Punto de acción

A pesar de las circunstancias... ¿Estás dispuesto(a) a dejar que Dios, nuestro Creador, te consuele?

Lectura bíblica recomendada: Jeremías 31 (NTV)