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Feb09

Como árbol plantado

Mes // Febrero

Como árbol plantado
« Será como árbol plantado junto a corrientes de agua... »
- Jeremías 17:8


Las Escrituras nos ayudan a comprender la importancia que el Señor otorga a la vida del creyente que emula al árbol bien plantado, robusto y fructífero, enfocándose en desarrollar fuertes raíces, un tallo sólido, hojas verdes y frutos abundantes.

Es valioso reflexionar sobre la vida en medio de las crisis como si fuéramos un árbol, enfrentando vientos y tempestades terribles. Tenemos dos ejemplos que nos invitan a la reflexión:

El roble, un árbol legendario, apreciado por su belleza y los frutos que ofrece, fue venerado desde la prehistoria. En muchas culturas se le tiene en alta estima, simbolizando longevidad, fuerza y gran tamaño. A menudo se le denomina el “rey de los árboles”.

Las palmeras, esbeltas y aparentemente frágiles, son sorprendentemente resistentes en épocas de huracanes, permaneciendo intactas ante la destrucción generalizada. Se mantienen erguidas, imperturbables ante el caos que las rodea.

Así, observamos diferencias en la resistencia ante los vientos y las tempestades: la estructura cilíndrica del roble le permite soportar mejor el peso en las ramas, pero no así el empuje lateral. Por otro lado, la palmera, al tener menos hojas en proporción a su altura, está mejor adaptada para resistir fuertes vientos.

Tu vida espiritual debe combinar la fortaleza y vigor del roble, valorada por su belleza, representando así a nuestro señor Jesús, que lo dio todo para que disfrutáramos de una vida plena y abundante. Además, es necesario trabajar en nuestra flexibilidad para soportar los vientos, lluvias y tempestades que la vida nos presenta como circunstancias, dificultades, adversidades y pruebas, a menudo necesarias para forjar el carácter del creyente. Debemos adquirir la flexibilidad de la palmera.

Punto de acción

¿Será que después de enfrentar algunos de esos eventos, podrías permanecer intacto, como si no te afectaran?
¿Estarás preparado para soportar responsablemente el peso de la bendición?

«Florecerás como la palmera» Salmo 92:12a Lectura bíblica necesaria: Jeremías 17 (PDT)



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