Dic06
Comparaciones
Mes // Diciembre 2024
El Peligro de Compararse
¿Alguna vez te pasó que, por estar mirando en la dirección equivocada, te caíste o chocaste con otra persona?
Esto es lo que sucede cuando te comparas: te desenfocas. Ya no pones los ojos en Jesús.
¿Qué beneficios hay en compararse con otras personas?
Ninguno. Más bien, hay consecuencias:
- 1) Hace que pierdas de vista lo que Dios tiene para ti: Cuando el pueblo de Israel pidió un rey como las demás naciones, perdió de vista que era Dios quien los gobernaba. Al final, terminaron menospreciando su heredad. 1 Samuel 8:7
- 2) Te conduce al orgullo, pensando que eres mejor que otros: «El fariseo, de pie, apartado de los demás, hizo la siguiente oración: “Te agradezco, Dios, que no soy como otros: tramposos, pecadores, adúlteros. ¡Para nada soy como ese cobrador de impuestos!» Lucas 18:11 (NTV)
¿Qué hacer para no compararse?
Acepta con mansedumbre y humildad tus cualidades, pero también tus defectos, fortalezas y debilidades. Cuando te aceptas, creces porque te haces responsable. Quienes se comparan, realmente se victimizan y, al final, solo se justifican.
Reconoce a otros: Cultivar una actitud genuina de agradecimiento te libra de la envidia y la amargura. Tus palabras de estímulo para otros son una siembra para tu propia vida.
Decide poner tu mirada en Jesús: «Es cierto, cada uno de nosotros tendrá que responder por sí mismo ante Dios. Así que dejemos de juzgarnos unos a otros. Por el contrario, propónganse vivir de tal manera que no causen tropiezo ni caída a otro creyente.» Romanos 14:12-13 (NTV)
Punto de Acción
¿Estás desenfocado(a)?
¿Tienes una actitud de víctima o de soberbia?
Hoy decide tener tu justo valor y dar a los demás el suyo. Basta de mirar el plato ajeno; dale gracias a Dios por el tuyo.
Lectura bíblica recomendada:
Juan 21 (NTV)
Juan 21 (NTV)