¿De qué manera tratas?

Propio de la naturaleza humana es la gran preocupación por nosotros mismos, el deseo de bienestar personal y el instinto mismo de protegernos. Jesús nos enseñó que el segundo mandamiento es semejante al primero: amar a los más cercanos como a nosotros mismos.

«Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
Este es el primero y grande mandamiento.
Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo». Mateo 22:37-39

¿Cómo podrá ser?

Cuidando, ayudando, protegiendo, sirviendo, dando honor y preferencia a otros como quieres que los hombres hagan contigo, tal como lo dicen las escrituras.

Sin pensarlo, estaremos apuntando a la ley inexorable de la siembra y la cosecha: lo que haces hoy por alguien, lo recibirás mañana para ti.

Punto de acción

Andando en la verdad hoy:

• - Será práctico para el niño en el jardín infantil: lo hará por otro y lo verá luego con él, más eficaz que normas y disciplinas.
• - Será útil para los jóvenes: se acabaría el bullying y el matoneo.
• - Será práctico para el adulto: expresará paz y armonía y las recibirá.
• - Será funcional para el anciano: de seguro ya lo recibe.

¡Bienaventurado!

Pero, ¿aún no ves sus beneficios? Todavía, y hasta el fin de nuestra vida, estás a tiempo de hacer con los demás...
Como quieres que hagan contigo.