Oct04
Depósito
Mes // Octubre 2024
► Jeremías 31:34 (NTV)
Si no te has apropiado de esta verdad, ¿cómo podrás compartirla con otros?
A medida que maduramos en el disfrute y la experiencia del amor de Cristo, uno de los resultados que cosechamos es un amor cada vez más grande por los demás. La Biblia dice que cuando experimentamos un gran perdón, podemos amar a los demás mucho más (Lucas 7:47). Sin embargo, si seguimos recordando el peso de nuestra deuda con Dios, seremos mezquinos con nuestro amor.
¡Necesitamos ayuda de una fuente externa!
Para lograrlo, tenemos que comenzar recibiendo el amor de Dios. Hay relaciones "sobregiradas"; es como emitir un cheque sin haber depositado dinero en la cuenta. Los corazones no tienen suficiente amor. El apóstol Juan nos modela el orden correcto: hace un depósito antes de decirnos que emitamos el cheque: «En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros: en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.» 1 Juan 4:9-10.
Después de hacer un depósito tan espléndido y llamativo, Juan nos pide a ti y a mí que saquemos la chequera: «Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros.» (v. 11).
Punto de acción
¿Te han mentido? ¿Te han echado a un lado? ¿Te han olvidado? ¿Te han dejado atrás?
El engaño duele, el rechazo duele, pero recuerda que Jesús es amor en acción y ha depositado en tu cuenta su amor por ti y en ti. Su amor causa cambio, promueve la sanidad y el perdón, y le da al deudor la libertad de perdonar a los demás deudores.
El secreto de amar es vivir siendo amado.
Ese es el primer paso que no podemos olvidar en nuestras relaciones.
¡Dios te ama!
Hoy decide amar con su amor.
Lectura bíblica recomendada:
Jeremías 31 A medida que maduramos en el disfrute y la experiencia del amor de Cristo, uno de los resultados que cosechamos es un amor cada vez más grande por los demás. La Biblia dice que cuando experimentamos un gran perdón, podemos amar a los demás mucho más (Lucas 7:47). Sin embargo, si seguimos recordando el peso de nuestra deuda con Dios, seremos mezquinos con nuestro amor.
¡Necesitamos ayuda de una fuente externa!
Para lograrlo, tenemos que comenzar recibiendo el amor de Dios. Hay relaciones "sobregiradas"; es como emitir un cheque sin haber depositado dinero en la cuenta. Los corazones no tienen suficiente amor. El apóstol Juan nos modela el orden correcto: hace un depósito antes de decirnos que emitamos el cheque: «En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros: en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.» 1 Juan 4:9-10.
Después de hacer un depósito tan espléndido y llamativo, Juan nos pide a ti y a mí que saquemos la chequera: «Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros.» (v. 11).
Punto de acción
¿Te han mentido? ¿Te han echado a un lado? ¿Te han olvidado? ¿Te han dejado atrás?
El engaño duele, el rechazo duele, pero recuerda que Jesús es amor en acción y ha depositado en tu cuenta su amor por ti y en ti. Su amor causa cambio, promueve la sanidad y el perdón, y le da al deudor la libertad de perdonar a los demás deudores.
Ese es el primer paso que no podemos olvidar en nuestras relaciones.
¡Dios te ama!
Hoy decide amar con su amor.