Ago22
¿Descasando?
Mes // Agosto 2024
► Isaías 40:31
Probablemente ya te ha pasado: te acuestas a dormir y te despiertas más cansado de lo que estabas antes. Eso es una clara señal de la ausencia de reposo y la presencia de desgaste.
Algunos confunden descanso con estar "sentados" o sin hacer “nada”, pero eso no es necesariamente renovador. Puedes estar físicamente inactivo, pero emocionalmente agobiado y mentalmente en una carrera constante.
Es necesario renovarse y darle descanso al alma, ya que, sin dicho descanso, la vida llega al límite del hartazgo.
Esa fue la experiencia del profeta Elías: «se sentó a su sombra con ganas de morirse. «¡Estoy harto, Señor!» 1 Reyes 19:1-15.
Él trabajó muy duro, durante mucho tiempo, haciendo lo correcto por buenas razones; sin embargo, no cuidó los límites, se excedió, y eso lo llevó a desplomarse. Si has llegado a la saturación de cansancio o sabes que estás al límite, que te sientes seco y deteriorándote, es tiempo de que te detengas y hagas cambios radicales antes de que te destruyas.
Ahora bien, si no estás en ese punto, pero vas en camino, no te engañes: todo aquel que se extralimita, en algún momento, se desgastará.
Ciertamente, debemos darlo todo en la vida y darlo todo para Dios, pero no es menos cierto que darlo todo no es igual a destruirnos. Bien decía el apóstol Pablo que, mientras su cuerpo se desgastaba, él interiormente se renovaba.
Debemos evitar la fatiga y el hartazgo. Esto podemos lograrlo al ser intencionales en cuidarnos de aquello que nos llevará a destruirnos, como la falta de descanso y la caída en los excesos “normales” de la vida.
Para experimentar renovación, necesitamos cambiar nuestros hábitos en varios aspectos: no solo en nuestra vida de oración y encuentro con Dios, sino también en cómo y cuánto dormimos, lo que comemos, nuestras agendas, y mucho más. Y sí, todo esto es espiritual.
Recuerdo algo que leí en una ocasión, lo dijo Spurgeon: En ocasiones, lo más espiritual que podemos hacer es dormir”
Algunos creen que está mal descansar, que las personas de fe siempre deben luchar, velar y batallar sin cesar, pero eso no es cierto; es una actitud que se aleja del justo balance y la buena mayordomía que Dios espera que tengamos.
En ninguna parte Él nos manda a vivir una vida agobiada, destructiva y desgastante; tampoco dice que vivamos una vida de pereza o vagancia. Dios nos invita a ser diligentes y constructivos al mismo tiempo, a esforzarnos con valentía, pero también a reposar confiados en Él.
Si Dios descansó y ordenó descansar, ¿quiénes somos nosotros para llevarle la contraria?
Entonces, ¡está bien descansar!
Oración
Dios mío, ayúdame a descansar y a poner mi confianza en ti. Anhelo renovar mis fuerzas sabiendo que tú estás a mi lado. Coloca paz en mi corazón mientras descanso, y te pido que estés conmigo en todo este proceso. Te lo pido en el nombre de Cristo Jesús. Amén.