¡Gozo! el fruto de la resurrección

Encontremos el significado gramatical del término que trabajaremos, según la Concordancia de Strong: “χαρά jará = alegría, deleite = alegría, gozo, gozoso”.

De acuerdo con esta definición, podemos ver que hablar de gozo no es la satisfacción interior que se expresa externamente, sino la que viene como resultado de nuestra relación con Dios; no depende de estímulos externos ni de circunstancias favorables.

La pregunta que quizá te haces es: ¿cómo vivir una vida llena de gozo? Solo hay una manera, y es la que la Palabra de Dios nos invita a tener: la certeza y seguridad del poder de la resurrección, por el conocimiento de la Escritura, como lo dice el evangelista:

«Entonces entró también el otro discípulo, que había venido primero al sepulcro; y vio, y creyó. Porque aún no habían entendido la Escritura, que era necesario que Él resucitase de los muertos» Juan 20:8-9

Tienes que saberlo por la Escritura y tienes que creerlo: ¡ha resucitado… vive en ti! Eso es lo que da certeza y seguridad, y el resultado será una vida llena de gozo. El gozo de la resurrección trae bendición a todas las áreas de tu vida:

• - Espiritual: La confianza y esperanza en Dios y Su Palabra produce gozo... ¡y se ve!
• - Emocional: La expresión en el carácter, resultado de la confianza y esperanza en Dios y Su Palabra. No es la idea de felicidad, es superior a ello. ¡El gozo se siente y se expresa!
• - Física: La risa, expresión física del gozo, le permite al cerebro producir hormonas y sensaciones de estabilidad y tranquilidad… ¡vienen del gozo… y se ven!

«Hazme oír gozo y alegría, haz que se regocijen los huesos que has quebrantado.» Salmo 51:8

Punto de acción

Desafíate a confiar en Dios y a aprender a gozarte en todas las áreas de tu vida, pues ¡ha resucitado… vive en ti!