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Mar13
La dieta de los ojos
► Lucas 11:34
El ojo es como la boca: tendrá apetito de aquello con lo que suele alimentarse.
Por ejemplo, si dejas que tus ojos se saturen de pornografía, verás que cuanto más miras, más deseas; y cuanto más deseas, mayor será la probabilidad de que tengas algún tipo de práctica sexual indebida.
¿Quién se tomaría un vaso de agua sabiendo que contiene veneno?
Nadie en su lucidez mental lo acercaría a su boca para ingerirlo porque sabe que le podría hacer daño. Lo mismo sucede con nuestra mente, pues es como una esponja: absorbe todo lo que se le acerca. Lo que entra en la mente, de alguna forma, vuelve a salir.
A menudo nos damos cuenta de que podemos controlar nuestros sentimientos mediante el control de nuestros pensamientos. Esto se logra a través de la dieta de nuestros ojos.
El apóstol Pablo enseñó en 1 Tesalonicenses 4:7 que el Señor no nos ha llamado a inmundicia, sino a santificación.
Job 31:1 dice: «Hice pacto con mis ojos...». Y Dios habló de este hombre: «No hay en toda la tierra nadie tan bueno como él. Siempre me obedece en todo y evita hacer lo malo.» Job 1:8 (TLA)
La dieta de los ojos puede ser la llave que abra la puerta a tus más grandes bendiciones.
Oremos:
Padre, en este día te rindo mi vida y deseo colocar mi forma de mirar las cosas, las circunstancias y las personas, de tal manera que las vea a través de tus ojos. Deseo cuidar mi mirada de todo aquello que sé que, en el futuro o en el presente, me traerá problemas. Te lo pido en el poderoso nombre de tu Hijo Jesús. Amén.
Lectura bíblica necesaria: Lucas 11:33-36 (DHH)
Por ejemplo, si dejas que tus ojos se saturen de pornografía, verás que cuanto más miras, más deseas; y cuanto más deseas, mayor será la probabilidad de que tengas algún tipo de práctica sexual indebida.
¿Quién se tomaría un vaso de agua sabiendo que contiene veneno?
Nadie en su lucidez mental lo acercaría a su boca para ingerirlo porque sabe que le podría hacer daño. Lo mismo sucede con nuestra mente, pues es como una esponja: absorbe todo lo que se le acerca. Lo que entra en la mente, de alguna forma, vuelve a salir.
A menudo nos damos cuenta de que podemos controlar nuestros sentimientos mediante el control de nuestros pensamientos. Esto se logra a través de la dieta de nuestros ojos.
El apóstol Pablo enseñó en 1 Tesalonicenses 4:7 que el Señor no nos ha llamado a inmundicia, sino a santificación.
Job 31:1 dice: «Hice pacto con mis ojos...». Y Dios habló de este hombre: «No hay en toda la tierra nadie tan bueno como él. Siempre me obedece en todo y evita hacer lo malo.» Job 1:8 (TLA)
La dieta de los ojos puede ser la llave que abra la puerta a tus más grandes bendiciones.
Oremos:
Padre, en este día te rindo mi vida y deseo colocar mi forma de mirar las cosas, las circunstancias y las personas, de tal manera que las vea a través de tus ojos. Deseo cuidar mi mirada de todo aquello que sé que, en el futuro o en el presente, me traerá problemas. Te lo pido en el poderoso nombre de tu Hijo Jesús. Amén.
Lectura bíblica necesaria: Lucas 11:33-36 (DHH)
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