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Mar24
No les faltará nada
Mes // Marzo

► Salmo 23:1 (RV60)
Por ahí se dice que no hay nada mejor que dispare una crisis nerviosa que una billetera desocupada; los compromisos y necesidades nos agitan el corazón con ansiedad y buscamos prontas soluciones.
Hemos aprendido en nuestro hogar que tener la nevera vacía es el mejor momento para dos cosas, limpiarla muy bien y orar para que Dios la llene.
Cuando leemos la historia de Génesis 46 y 47, Israel o pueblo de Jacob, necesita alimentos para sus familias y animales; y Jacob se detiene en Beerseba para hacer un altar y ofrecer sacrificio a Dios; Esa noche el Señor le contesta en visión a Jacob así: (Vs. 1-2)
Allí comprendemos que los planes de Dios siempre son superiores a los nuestros, que Dios ha escrito promesas para que vivamos y confiemos en ellas, lo que hay que aprender a hacer son dos cosas:
1. Tener la paciencia para esperar lo prometido
2. Saber qué me corresponde hacer cada día
La confianza en que Dios tiene un plan mejor para Jacob, la demuestra porque se detiene y levanta un lugar de oración.
Si confías oras y si oras confías.
Punto de acción:
Hoy, Jacob nos enseña la importancia de la oración y los “sacrificios”, la importancia de detenernos y buscar la dirección y la bendición de Dios para nuestras familias, es entender que Él conoce los pensamientos o asuntos que nos inquietan, pero que Él ya de antemano ha actuado para responder a nuestra oración. Nos enseña la importancia del altar familiar, de orar en familia sobre toda necesidad, de abrir la puerta de nuestro hogar u oficina para que los vecinos sean igualmente bendecidos con nuestra oración.
Jacob ni su descendencia sabía lo que vendría, como nos ocurre a nosotros; los tiempo presentes y futuros pueden parecer muy inciertos, pero la promesa del Señor es que Él da siempre lo mejor para los que colocan su esperanza en Él.
«Y José les dio terrenos en la mejor región de Egipto, para que vivieran allí, tal como el faraón había ordenado. Así su padre y sus hermanos llegaron a tener terrenos en la región de Ramsés.» (Gen. 47:11)
Recuerda entonces que para llenar tu nevera no hay plan A ni tampoco B, hay un plan celestial.
Lectura bíblica necesaria: Genesis 46 (NVI)
Hemos aprendido en nuestro hogar que tener la nevera vacía es el mejor momento para dos cosas, limpiarla muy bien y orar para que Dios la llene.
Cuando leemos la historia de Génesis 46 y 47, Israel o pueblo de Jacob, necesita alimentos para sus familias y animales; y Jacob se detiene en Beerseba para hacer un altar y ofrecer sacrificio a Dios; Esa noche el Señor le contesta en visión a Jacob así: (Vs. 1-2)
- 1. Llamándolo por su nombre
- 2. Presentándose como el Dios de sus padres
- 3. Le ordenó no tener miedo
- 4. Respondió a sus inquietudes:
- a. Su descendencia será bendecida
- b. El Todopoderoso iría con él
- c. Volverían a su tierra.
- d. Su hijo José estaría a su lado cuando muriera.
Allí comprendemos que los planes de Dios siempre son superiores a los nuestros, que Dios ha escrito promesas para que vivamos y confiemos en ellas, lo que hay que aprender a hacer son dos cosas:
1. Tener la paciencia para esperar lo prometido
2. Saber qué me corresponde hacer cada día
La confianza en que Dios tiene un plan mejor para Jacob, la demuestra porque se detiene y levanta un lugar de oración.
Si confías oras y si oras confías.
Punto de acción:
Hoy, Jacob nos enseña la importancia de la oración y los “sacrificios”, la importancia de detenernos y buscar la dirección y la bendición de Dios para nuestras familias, es entender que Él conoce los pensamientos o asuntos que nos inquietan, pero que Él ya de antemano ha actuado para responder a nuestra oración. Nos enseña la importancia del altar familiar, de orar en familia sobre toda necesidad, de abrir la puerta de nuestro hogar u oficina para que los vecinos sean igualmente bendecidos con nuestra oración.
Jacob ni su descendencia sabía lo que vendría, como nos ocurre a nosotros; los tiempo presentes y futuros pueden parecer muy inciertos, pero la promesa del Señor es que Él da siempre lo mejor para los que colocan su esperanza en Él.
«Y José les dio terrenos en la mejor región de Egipto, para que vivieran allí, tal como el faraón había ordenado. Así su padre y sus hermanos llegaron a tener terrenos en la región de Ramsés.» (Gen. 47:11)
Recuerda entonces que para llenar tu nevera no hay plan A ni tampoco B, hay un plan celestial.
Autor: Néstor Yezid García

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