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Mar18
Para que nunca lo olvides
Mes // Marzo

► Números 15: 39 (RVR60)
Una de las instrucciones que dio el Señor a Moisés para los hijos de Israel es que debían colocar franjas azules en los bordes de sus vestidos por sus generaciones. Esta instrucción tenía como propósito dos cosas:
Me encanta la dulzura del Señor que conoce nuestra humanidad y sabe que podemos dejarnos llevar por el deseo del corazón y de los ojos, lo que nos puede llevar a tropezar. Es por esto que más adelante Jeremías 17:9 nos enseña: «Engañoso es el corazón más que todas las cosas», lo que reafirma lo establecido en Números 15:39.
Sabes, la tarea descrita en Números la entregó Dios no solo a una persona, sino a cada una de sus generaciones. Mientras meditaba en la palabra, recordaba Deuteronomio 11:18-21, que nos recuerda una instrucción muy importante: «pondrás mis palabras en tu corazón y en tu alma, las ataréis por señal en tus manos, serán por frontales entre vuestros ojos, las enseñarás a vuestros hijos cuando te sientes en tu casa, cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes; las escribirás en los postes de tu casa y en tus puertas», él Señor sabía que necesitamos recordatorios constantes para no olvidarnos de lo importante.
Tal vez, como yo, estás pensando en cómo implementar las franjas azules o incorporar en tus alarmas diarias en el celular una que lleve por título: “No olvidar los mandamientos del Señor y ponerlos por obra.” Te aseguro que en medio del afán del día le das detener a la alarma y hasta ahí llego tu recordatorio.
No te preocupes, no necesitas ni franjas ni alarmas. Dios pensó en algo extraordinario. Juan 14:26 dice: «Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho». Hemos recibido el regalo de la salvación y junto con el nos ha sellado con ¡Su Espíritu, para siempre!
Mi anhelo al escribir este devocional es que te emociones como yo al recordar esta verdad bíblica tan especial; que puedas cerrar tus ojos y disfrutar de la presencia y la guía del Espíritu Santo en tu vida, que es la muestra del amor de Dios por ti y por mí.
Punto de acción:
Oremos
Señor, hoy quiero pedirte que avives el fuego del Espíritu Santo que hay en mí. Quiero que hagas parte de mi día a día, Espíritu Santo; no quiero dejarte tras bambalinas, quiero que seas el invitado especial en todo lo que haga y en cada paso que dé. Susurra a mi oído tu verdad y recuérdame todo aquello que, en medio del afán, tiendo a olvidar y que el Señor está hablando a todo mi ser. Gracias por recordarnos lo amados y bendecidos que somos al tenerte. En el nombre de Jesús. Amén.
Lectura bíblica necesaria: Números 15:37-41 (DHH)
- Primero: Que recordaran los mandamientos del Señor y los pusieran por obra.
- Segundo: Que no vieran en pos de su corazón y de sus ojos, porque podían prostituirse.
Me encanta la dulzura del Señor que conoce nuestra humanidad y sabe que podemos dejarnos llevar por el deseo del corazón y de los ojos, lo que nos puede llevar a tropezar. Es por esto que más adelante Jeremías 17:9 nos enseña: «Engañoso es el corazón más que todas las cosas», lo que reafirma lo establecido en Números 15:39.
Sabes, la tarea descrita en Números la entregó Dios no solo a una persona, sino a cada una de sus generaciones. Mientras meditaba en la palabra, recordaba Deuteronomio 11:18-21, que nos recuerda una instrucción muy importante: «pondrás mis palabras en tu corazón y en tu alma, las ataréis por señal en tus manos, serán por frontales entre vuestros ojos, las enseñarás a vuestros hijos cuando te sientes en tu casa, cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes; las escribirás en los postes de tu casa y en tus puertas», él Señor sabía que necesitamos recordatorios constantes para no olvidarnos de lo importante.
Tal vez, como yo, estás pensando en cómo implementar las franjas azules o incorporar en tus alarmas diarias en el celular una que lleve por título: “No olvidar los mandamientos del Señor y ponerlos por obra.” Te aseguro que en medio del afán del día le das detener a la alarma y hasta ahí llego tu recordatorio.
No te preocupes, no necesitas ni franjas ni alarmas. Dios pensó en algo extraordinario. Juan 14:26 dice: «Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho». Hemos recibido el regalo de la salvación y junto con el nos ha sellado con ¡Su Espíritu, para siempre!
Mi anhelo al escribir este devocional es que te emociones como yo al recordar esta verdad bíblica tan especial; que puedas cerrar tus ojos y disfrutar de la presencia y la guía del Espíritu Santo en tu vida, que es la muestra del amor de Dios por ti y por mí.
Punto de acción:
Oremos
Señor, hoy quiero pedirte que avives el fuego del Espíritu Santo que hay en mí. Quiero que hagas parte de mi día a día, Espíritu Santo; no quiero dejarte tras bambalinas, quiero que seas el invitado especial en todo lo que haga y en cada paso que dé. Susurra a mi oído tu verdad y recuérdame todo aquello que, en medio del afán, tiendo a olvidar y que el Señor está hablando a todo mi ser. Gracias por recordarnos lo amados y bendecidos que somos al tenerte. En el nombre de Jesús. Amén.
Lectura bíblica necesaria: Números 15:37-41 (DHH)
Autor: Ana Mercedes Suarez

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