Ago15
¿Quién cuida de ti?
1 Pedro 5:7
El texto citado es un llamado a no estar ansiosos. De esta manera, es un llamado indirecto a la confianza y la valentía.
Si hay una prohibición repetitiva en toda la Biblia, es: no te angusties.
La razón de tal prohibición es doble: primero, porque se desconfía del amor y cuidado de Dios por nosotros; y segundo, porque la angustia crea nexos con las fuerzas infernales, las cuales quieren devorarnos.
No es sorprendente, entonces, que Dios no solamente nos invite a tener confianza en Él y en su reino, sino que también nos ayuda a liberarnos del miedo y la ansiedad.
El punto clave para esto es humillarse ante Dios. El secreto de la humildad es ser capaz de echar tu ansiedad sobre Dios.
El concepto bíblico de la humildad se refiere a tener un buen entendimiento sobre quién es Dios y quiénes somos nosotros. Esto nos lleva a reconocer la obra de Dios en nuestras vidas y el hecho de que Él tiene un propósito para nosotros. La humildad en el cristiano debe impulsarle siempre a vivir en obediencia a Dios y a someterse a su voluntad.
Ahora, ¿qué significa echar tu ansiedad sobre Dios? ¿Cómo se puede lograr?
Un ejemplo lo vemos en el Evangelio de Juan, capítulo 2, donde María, la madre de Jesús, en una boda en la cual Jesucristo y ella estaban invitados, se había acabado el vino, lo cual era un desastre en aquella época. Pero María, en lugar de angustiarse y de echarle la culpa al anfitrión por haber organizado mal la fiesta o a los invitados por ser tan bebedores, tomó la decisión de ir a Jesús, y echó la carga sobre Él, y Él la ayudó milagrosamente.
Punto de acción
Uno de los aspectos más maravillosos sobre el Dios de la Biblia es que Él nos ordena que lo dejemos ayudarnos en nuestros momentos de ansiedad.
Mateo 11:28
¿Eres lo suficientemente humilde para permitir que Dios te ayude, te sostenga y te dé paz?