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Oct16

¿Quién me ayuda?

Mes // Octubre 2024

¿Quién me ayuda?
«Marta, Marta, ¿por qué te preocupas por tantas cosas? Hay algo más importante.
María lo ha elegido, y nadie se lo va a quitar»

► Lucas 10:42‭ (TLA)

«Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero solo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada». (Lucas 10:39-42)

¿Qué interesante es este relato, no cree? ¡Cuántos de nosotros también reclamamos que nadie nos ayuda, en casa, en el trabajo, incluso en el ministerio de la iglesia! ¿Y saben? No es que no podamos pedir que nos ayuden, sino que a veces lo hacemos sin tener un orden y prioridades correctas en nuestras vidas.

A veces nos frustramos y cargamos con tantas responsabilidades en diferentes áreas, lo que, en realidad, nos genera angustia. Y no es porque no seamos capaces, sino porque nuestras prioridades están desordenadas o invertidas. O peor aún, no tenemos como prioridad lo que debería serlo: buscar y escuchar al Señor.

Este texto dice que Jesús había entrado en la casa de unas hermanas. Quizás también haya entrado en tu casa y lo hayas recibido como lo hizo Marta, dándole prioridad a las actividades relacionadas con el servicio en lugar de sentarte a sus pies y escuchar su palabra. Poner esta “actividad” como prioridad eliminará el afán. No se trata de dejar de hacer cosas, sino que, increíblemente, tendremos tiempo para hacerlas.

Lo interesante y valioso de buscar y escuchar al Señor como la principal “actividad” de nuestra vida es que no solo llenamos la parte más importante y necesaria, sino que Dios se encarga de todas las demás áreas que generalmente nos angustian. Esa promesa se encuentra en Mateo 6:6: «…Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará en público».

Punto de acción:

¿Díganme qué otra actividad, aparte de orar al Señor, es más recompensada por Dios?

Ah, y por favor, no le crea a su mente cuando le enumera una lista interminable de cosas por hacer, diciéndole que no hay tiempo para leer la Biblia y buscar al Señor. Recuerde que apartar un tiempo de nuestro día para recibir sus instrucciones nos beneficia principalmente a nosotros. Seamos como María, que escogió lo mejor y no le será quitado.

Pasar tiempo personal orando y meditando en Su Palabra no es tiempo perdido, sino tiempo invertido, y a la larga dará frutos. Pruébelo; Jesucristo le asegura que verá las recompensas de Dios. Empiece escuchando la siguiente canción en oración.

Lectura bíblica necesaria: Salmo 25 (RVR60)

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