Reinos Espirituales

En la guerra espiritual ser neutral no es una opción

A veces somos dados a pasar por alto la lucha espiritual que sucede a nuestro alrededor, para conocer mejor de ello, es importante conocer y reconocer los reinos espirituales que se mantienen en conflicto el reino de Dios y el del maligno

¿En qué consiste el reino de Dios? son las fuerzas espirituales del bien y consta del Padre, Hijo y Espíritu Santo, más todos aquellos que hemos recibido a Jesucristo como nuestro salvador y le rendimos nuestras vidas

Por otro lado, el reino del maligno o de las tinieblas, parece estar más presente de lo que pensamos, este, sutilmente, se mueve en casi todas las esferas de la cotidianidad y es satanás y sus demonios quien lo gobiernan.

«Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares.» Mateo 4:8-9

«… y el mundo entero está bajo el maligno.» 1 jun 5:19

Por eso vivimos en una batalla espiritual en que nos quiere doblegar, una forma de actuar es molestamos o atacarnos con las personas que nos quieren dañar, porque es el enemigo quien actúa a través de ella, Por eso es indispensable conocer contra quien luchamos. (Efesio 6:12).

Un cristiano debe tener la actitud de un soldado, si se duerme es posible que no vuelva a casa, debe comprende que en el reino natural es su enemigo y está bajo la potestad de las tinieblas.

«Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer…» Juan 8:44

Entendamos entonces que estamos llamados a la obediencia del reino de Dios, como habitantes del reino necesitamos hacer cosas predeterminadas, como un visitante debe acomodarse a las costumbres de su casa o nación, así el Señor nos va transformando cada día por el Espíritu Santo, la gente tiene que ver somos diferentes.

Punto de acción:

No importa si eres un pastor, un cristiano maduro o un nuevo creyente, el enemigo quiere desconectarte de la Palabra y con los afanes del mundo ahogar tus convicciones.

En esta guerra “invisible”, sí nos descuidamos y nos desconectamos de nuestra fe; y si pasamos sin leer la biblia, sin buscar la presencia del Creador el enemigo gana terreno y la batalla se pone en nuestra contra, a pesar que ya tenemos la victoria.

"La batalla está en acción parémonos firme como David ante las tinieblas y peleemos confiando en el poder de Dios"

«El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.» Juan 10:10

Lectura bíblica necesaria: Lucas 4 (RVR60)