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Mar20

¿Roble o palmera?

Mes // Marzo

¿Roble o palmera?
«Será como árbol plantado junto a corrientes de agua...»
► Jeremías 17:8 (RVR60)


Fácilmente se puede comprender por la Escritura la importancia que da el Señor a una vida que haga honor al árbol bien plantado, bien crecido, bien fructífero y así como él, la vida del creyente pueda tener fuertes raíces, fuerte tallo, hojas verdes y llevar fruto.

Pero, qué bueno reflexionar acerca de la vida como árbol en medio de las crisis, de los vientos y las terribles y tempestades. Tenemos dos ejemplos que nos ayudarán:

El roble es un árbol legendario, valorado por su belleza y porte majestuoso, era reverenciado en la prehistoria y aún figuras de elementos emblemáticos para la humanidad se plasmaban en su madera. En muchas partes se le tiene en alta estima, y suele representar longevidad, fuerza y tamaño. Se le ha llamado el “rey de los árboles”. Crece bien en temperaturas no muy cálidas, puede resistir bajas temperaturas, aunque ellas le hacen entrar en letargo de su crecimiento, desarrollo y aspecto físico.

Las palmeras son delgadas, esbeltas y parecen los árboles más frágiles, pero en épocas de huracanes ahí siguen, permanecen intactas en medio de una destrucción generalizada. No es casualidad, están diseñadas para aguantar tormentas tropicales y huracanes. Siguen en pie, intactas como si la destrucción no fuera con ellas. La estructura de las palmeras funciona de forma similar a los edificios diseñados contra los terremotos.

A propósito, tenemos una reflexión periodística:
"No se trata de buscar una mayor rigidez para contrarrestar los temblores o fuertes vientos sino de absorber la energía mediante la elasticidad, que sirve para considerar el asunto".

Así pues, he aquí una diferencia en la resistencia contra los vientos y las tempestades, el modelo de la estructura cilíndrica de árboles como el roble ayuda a soportar mejor el peso en las ramas, pero no tiene buen empuje lateral. Y viceversa, aguantar viento exige disminuir peso en la copa, por eso la palmera tiene tan pocas hojas en relación a su altura.

Tu vida espiritual debe ser «como árbol plantado junto a corrientes de agua...», fuerte, vigorosa, valorada por su belleza en representación de tu buen Jesús que lo hizo todo para que disfrutaras de una vida plena y en abundancia. Pese a esto, hay que trabajar nuestra rigidez, ella sirve para tenerla erguida, firme, pero para soportar los vientos, lluvias y tempestades que vendrán como circunstancias, dificultades, adversidades, pruebas inherentes a la vida y el carácter del creyente, debemos adquirir la flexibilidad de la palmera que, en medio de esos embates no deseados, nos permitan casi besar el suelo y al pasar la tormenta quedar firmes y erguidos en el mismo lugar.

Punto de acción:

¿Será que después de algunos de esos eventos o de varios de ellos, podrías estar intacto, como si no fuera contigo?
Busca entoces, florecer como palmera

Lectura bíblica necesaria: Salmo 92 (DHH)

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