Un encuentro para reflexionar

Es importante que reflexionemos acerca de nuestra vida como seguidor de Jesucristo. Hoy a través de la vida de Saulo de Tarso (Pablo) descubriremos algunos puntos.

Lo primero es hacer memoria de quienes éramos cuando no conocíamos a Jesús y sus palabras… realmente una vida desorientada y/o vacía, o como Saulo pensando que lo malo que hacía era bueno.

Luego Cristo vino a nuestras vidas y se presentó como Señor y salvador. Seguramente iniciamos una nueva relación con Dios, y comenzó esa nueva vida espiritual. Pero si Jesús te hubiera preguntado ¿Quién soy Yo? No podríamos responder como lo haríamos hoy:

• Jesús es la luz que alumbra a todo hombre
• Jesús es el único fundamento establecido en mi vida
• Jesús es el pan de vida
• Jesús es la puerta de las Ovejas
• Jesús es el cordero de Dios que quita el pecado del mundo.

Esta revelación de Jesucristo es el fruto del discipulado o estudio bíblico, de tu caminar con Dios. Pero, ahora viene una nueva etapa, la misma que vivo Saulo (Pablo de tarso), una interesante pregunta para el Señor: ¿Qué quieres que yo haga?

«Él, temblando y temeroso, dijo: ¿Señor que quieres que yo haga? Levántate y entra en la ciudad y se te dirá lo que debes hacer.» Hechos 9: 6

En este momento el padre nos ha dicho: qué debemos dejar, qué no volver a practicar, qué debemos cambiar, a qué renunciar, etc.. Pero posiblemente sigues ahí “dando coces contra el aguijón” peleando con un asunto que ya el Padre te dijo: No lo sigas haciendo!

Punto de acción:

Así como el rey David al final del Salmo 139 pedía que examinara su interior, hoy podemos reflexionar que asuntos de nuestra vida nos ha mostrado para corregir o actuar y hemos desobedecido. ¿Alguna relación en yugo desigual? ¿algún hábito destructivo? ¿Algún pensamiento nosivo? Pide a Dios perdón por estar dando coses contra el aguijón, y pídele que tu vida sea un reflejo de la santidad de Jesús.

Lectura bíblica necesaria: Hechos 9 (TLA)