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Feb22

Entre la verdad y el olvido

Mes // Febrero

Entre la verdad y el olvido
«Por esto, yo no dejaré de recordaros siempre estas cosas, aunque vosotros las sepáis, y estéis confirmados en la verdad presente, pues, tengo por justo, en tanto que estoy en este cuerpo, el despertaros con amonestación;»
«sabiendo que en breve debo abandonar el cuerpo, como nuestro Señor Jesucristo me ha declarado. también, yo procuraré con diligencia que después de mi partida vosotros podáis en todo momento tener memoria de estas cosas»
☼ 2 Pedro 1:12-15 (RVR)


A veces sucede que, aunque oramos, leemos la Biblia, escuchamos predicaciones a la hora de vivir de acuerdo a las verdades bíblicas no las recordamos, las olvidamos y eso no puede pasar…necesitamos tenerlas presentes para enseñar a otros y así dejar un legado de verdad cristiana.

Pedro como padre espiritual de sus discípulos tenía la gran preocupación por las VERDADES que habían sido enseñadas pero que si en un momento dado las OLVIDABAN ¿qué recordarían? ¿qué vivirían? ¿qué enseñarían a otros después de él ya no estar con ellos?

Es un deber que todo creyente y especialmente padre o maestro debe considerar. No tenemos derecho a permitir que nuestra influencia sea algo meramente temporal y pasajero. Deberíamos hacer todo lo que podamos para que sea permanente.

¿Cómo lo haremos?
  • • Debemos repetir y recordar constantemente las verdades que profesamos. El libro del Deuteronomio, es en realidad una repetición y recordación de parte de Dios para la nueva generación de Israel, los hijos de los que salieron de Egipto y murieron en el desierto. Era necesario que conocieran los mandatos de la ley que debían cumplir y enseñar a sus hijos y los hijos de sus hijos, por eso les dice: «Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.» Deuteronomio 6:6-8. Todo un proceso pedagógico de aprendizaje y recordación.
  • • Debemos recibir o dar amonestación cuando se han olvidado (vivimos o actuamos como si no las conociéramos). El apóstol Santiago en su carta nos recuerda la importancia de no solo saber sino vivir las verdades de la Palabra de Dios: «Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos» Santiago 1:22.
Ahora bien, ¿Cómo tener memoria de estas verdades? Debemos oír, leer, estudiar, meditar, memorizar, aplicar la Palabra de Dios, y enseñarla y repetir cada una de ellas, así la doctrina permanecerá de generación en generación. Punto de acción

¿Qué conoces de la doctrina? ¿Qué vives? ¿Qué enseñas? Haz que ello permanezca en tu corazón y en el de todos los que a tu alrededor reciben la Palabra.



Lectura bíblica necesaria: 1 Pedro 1 (PDT)

Autor

María Piedad Mesa

María Piedad Mesa

Escritora de:
Busca Amar a Dios y Ser Ejemplo
Bendito el Fruto de tu Vientre

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