El buen Jardinero

Hace unos meses sembré una pequeña plantita que me regaló una amiga. Conforme fue pasando el tiempo esa plata fue creciendo y le pedí al jardinero el día que llego a arreglarme el jardín si me podía conseguir un par de varas para que sirvieran como guías para la planta que me regaló mi amiga.

El jardinero, atiende varios jardines cerca de mi casa y trajo un par de varas largas que había podado de otro jardín. Poco a poco mi planta de fue enredando en ellas y así se cumplió su objetivo.

Sin embargo, hace unos días las varas secas que solo iban a servir para ser las guías de la otra planta empezaron a retoñar. La verdad es que el jardinero que llega a mi casa es tan bueno que casi que cada planta que poda, corta o siembra se pone hermosa. Ahora, incluso estas varas secas empezaron a retoñar.

Cuando vi eso me sorprendí y felicité al jardinero. En ese momento pensé que espiritualmente Dios es nuestro buen jardinero. Cuando estamos en sus manos, no importa cuán secos y muertos estemos aparentemente, Él puede hacernos retoñar y florecer.

No importa que el mundo o incluso nosotros mismos no creamos en nosotros, Él si cree en nosotros.

¡Él es el mejor jardinero en nuestras vidas!
Punto de acción

Oremos por aquellas “varas” de nuestra vida en las cuales queremos ver fruto, ah… y cuando las veas florecer no olvides ser agradecido.

Lectura bíblica necesaria: Juan 15:1-17(RVR60)