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Mayo02
Fruto Justo
►Jeremías 12:1-2 (NVI)
Nuestra relación con el Padre crece y se fortalece con el diálogo abierto y sincero que hace preguntas con actitudes correctas de “respeto y sometimiento”
¿Por qué prosperan los malvados?
¿Por qué viven tranquilos los traidores?
Imagino a Jeremías adulto con corazón de niño en el salón de clase del cielo, junto con Moisés, Job, Abraham y sus preguntas, se reúnen con las almas que han abrazado el propósito y destino celestial.
Allí al Padre no le molesta responder las preguntas e inquietudes que: en esta mañana nos sentamos a escuchar con el corazón:
«Sembraron trigo y cosecharon espinos ¡de nada les valió su esfuerzo! Por causa de la ardiente ira del Señor se avergonzarán de sus cosechas»
Jeremías 12:13
Esta respuesta de Dios a Jeremías es también para todos los que nos hemos matriculado en la escuela del Padre Maestro: Lo que vemos en las gentes que no dependen del Padre es “prosperidad aparente, sin finales felices; son edificios que se construyen porque carecen de fundamento y tarde o temprano caen, pues es «La bendición de Jehová es la que enriquece y no añade tristeza con ella» Proverbios 10:22
Jeremías preguntó, y el Padre también le dio una mirada en perspectiva para los incrédulos entre su pueblo; que triste sembrar trigo y cosechar espinas; porque en el proceso no hubo lluvia del cielo, no hubo fertilizantes vivos; se secó el propósito y el fruto vino con dolor.
Punto de acción
Hoy quiero que aprendamos a mirar desde la perspectiva de Dios; a entender que Él quiere que confiemos de Él y en Su proceso, cuando nuestra tierra es arada, se trazan surcos y recibimos la semilla, Él permite que al final de cuentas con nuevos comienzos nos hayamos convertido como Él: En maestro agricultor. Esperando, confiando, creyendo…
Veré buen fruto y bajo nuestras vides habrá bendición.
Lectura bíblica necesaria: Jeremías 12 (NVI)
¿Por qué prosperan los malvados?
¿Por qué viven tranquilos los traidores?
Imagino a Jeremías adulto con corazón de niño en el salón de clase del cielo, junto con Moisés, Job, Abraham y sus preguntas, se reúnen con las almas que han abrazado el propósito y destino celestial.
Allí al Padre no le molesta responder las preguntas e inquietudes que: en esta mañana nos sentamos a escuchar con el corazón:
Jeremías 12:13
Esta respuesta de Dios a Jeremías es también para todos los que nos hemos matriculado en la escuela del Padre Maestro: Lo que vemos en las gentes que no dependen del Padre es “prosperidad aparente, sin finales felices; son edificios que se construyen porque carecen de fundamento y tarde o temprano caen, pues es «La bendición de Jehová es la que enriquece y no añade tristeza con ella» Proverbios 10:22
Jeremías preguntó, y el Padre también le dio una mirada en perspectiva para los incrédulos entre su pueblo; que triste sembrar trigo y cosechar espinas; porque en el proceso no hubo lluvia del cielo, no hubo fertilizantes vivos; se secó el propósito y el fruto vino con dolor.
Punto de acción
Hoy quiero que aprendamos a mirar desde la perspectiva de Dios; a entender que Él quiere que confiemos de Él y en Su proceso, cuando nuestra tierra es arada, se trazan surcos y recibimos la semilla, Él permite que al final de cuentas con nuevos comienzos nos hayamos convertido como Él: En maestro agricultor. Esperando, confiando, creyendo…
Veré buen fruto y bajo nuestras vides habrá bendición.
Lectura bíblica necesaria: Jeremías 12 (NVI)