[widgetkit id="2"]
Ago06
Fuimos creados
► Salmos 100:3 (RVR60)
Diseño: Una representación mental y la posterior plasmación de dicha idea en algún formato gráfico (visual) para exhibir cómo será la obra que se planea realizar.
¿Sabías que fuimos creados y diseñados por Dios?
No fuimos diseñados para ser autores de nuestra propia historia ni para componer nuestras propias reglas centradas en nosotros mismos; no fuimos diseñados para para buscar vida fuera de Dios; ni atesorar la creación, amar personas, lugares y cosas, más que a Dios.
No fuimos diseñados para seguir nuestros deseos, y ser esclavos de ellos. No fuimos diseñados para vivir para el momento, ignorando lo que es eterno.
No fuimos diseñados para cuestionar la bondad de Dios, y traerlo a la corte de nuestro juicio cada vez que no nos salen las cosas como creemos.
No fuimos diseñados para ser el centro del universo, entonces… ¿Para qué fuimos creados? Dejemos que nos responda la Biblia:
«Trae… a todos los llamados de mi nombre; al que yo he creado para mi gloria, al que yo hice y formé» Isaías 43:7-21 (NVI).
Así que tú y yo hemos sido creados para darle gloria a Él. El hombre ha sido hecho para el deleite y el placer de Dios, y encontramos nuestra razón de ser cuando somos vinculados a ese hecho maravilloso de ser parte de una creación que alaba a Dios, que bendice a Dios. Fuimos creados para gloria de Dios, Él nos formó, Él nos hizo con el principal propósito de glorificarle.
Punto de acciòn:
Que todo nuestro ser, en todo lo que hagamos, le demos gloria a Dios. Y muchas veces, esto contrasta con la idea que nosotros tenemos acerca de nuestra propia vida, acerca de que tenemos ciertas ilusiones, sueños y propósitos para nuestra gloria. Creemos que somos el centro de todo, y creemos que Dios está disponible a hacer lo que sea para complacernos. Cuando nos encontramos con la verdad que dice que realmente fuimos creados para darle gloria a Dios, nos damos cuenta que hemos vivido de una manera equivocada a lo largo de mucho tiempo. Dice Romanos 11:36:
«Pues todas las cosas provienen de él y existen por su poder y son para su gloria. ¡A él sea toda la gloria por siempre! Amén».
Lectura bíblica necesaria: Salmos 100(RVR60)¿Sabías que fuimos creados y diseñados por Dios?
No fuimos diseñados para ser autores de nuestra propia historia ni para componer nuestras propias reglas centradas en nosotros mismos; no fuimos diseñados para para buscar vida fuera de Dios; ni atesorar la creación, amar personas, lugares y cosas, más que a Dios.
No fuimos diseñados para seguir nuestros deseos, y ser esclavos de ellos. No fuimos diseñados para vivir para el momento, ignorando lo que es eterno.
No fuimos diseñados para cuestionar la bondad de Dios, y traerlo a la corte de nuestro juicio cada vez que no nos salen las cosas como creemos.
No fuimos diseñados para ser el centro del universo, entonces… ¿Para qué fuimos creados? Dejemos que nos responda la Biblia:
«Trae… a todos los llamados de mi nombre; al que yo he creado para mi gloria, al que yo hice y formé» Isaías 43:7-21 (NVI).
Así que tú y yo hemos sido creados para darle gloria a Él. El hombre ha sido hecho para el deleite y el placer de Dios, y encontramos nuestra razón de ser cuando somos vinculados a ese hecho maravilloso de ser parte de una creación que alaba a Dios, que bendice a Dios. Fuimos creados para gloria de Dios, Él nos formó, Él nos hizo con el principal propósito de glorificarle.
Punto de acciòn:
Que todo nuestro ser, en todo lo que hagamos, le demos gloria a Dios. Y muchas veces, esto contrasta con la idea que nosotros tenemos acerca de nuestra propia vida, acerca de que tenemos ciertas ilusiones, sueños y propósitos para nuestra gloria. Creemos que somos el centro de todo, y creemos que Dios está disponible a hacer lo que sea para complacernos. Cuando nos encontramos con la verdad que dice que realmente fuimos creados para darle gloria a Dios, nos damos cuenta que hemos vivido de una manera equivocada a lo largo de mucho tiempo. Dice Romanos 11:36:
«Pues todas las cosas provienen de él y existen por su poder y son para su gloria. ¡A él sea toda la gloria por siempre! Amén».