Skip to main content
Oct06

Justicia divina

Mes // Octubre

Justicia divina
«No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.»
► Romanos 12:19(RVR60)

Algunas veces las palabras o acciones de otras personas nos hacen tanto daño que producen profundas heridas en nuestros corazones, y en muchas ocasiones como resultado final llegamos al resentimiento.

Y cuando éste se presenta es muy difícil eludirlo, tendríamos que negar nuestra capacidad humana de sentir, y eso es casi imposible.
Quizás se active un mecanismo de defensa que se activa en la mente humana, algo instintivo para tratar de reducir un poco el dolor que sentimos cuando hemos sido heridos.
Pero por nada de este mundo debemos permitir que el resentimiento haga en nosotros su hogar permanente. El resentimiento es veneno para el alma.

¿Cómo deshacernos de esta actitud tóxica?

Dios nos dice en Su Palabra:
«No te enfurezcas a causa de los malhechores ni tengas envidia de los impíos; porque no habrá un buen porvenir para el malo, y la lámpara de los impíos será apagada.»
Proverbios 24:19-20

Debemos ceder nuestro derecho de buscar nuestra propia justicia.

Dios nos da su promesa solemne de que Él se encargará de la justicia a nuestro favor y cumplirá su función de juez con toda integridad. Esta promesa nos libera de esas heridas pasadas para enfocarnos en buenas decisiones, con el deseo de crear un futuro mejor.

No podemos elegir si seremos o no heridos, los errores de los demás están fuera de nuestro control, pero podemos determinar cómo responderemos al dolor que llega de la mano de otro.

Punto de acción:

Perdonar a alguien es ceder el derecho de hacer nuestra propia justicia por el daño recibido. Has una lista con las personas que te han ofendido, y puedes orar de la siguiente manera:

“Señor, el día de hoy entrego mi derecho de hacer justicia con respecto a y el daño que esta persona me hizo. No buscaré retribución ni me deleitaré en sus caídas. La justicia es tu responsabilidad. Amén:”.

Quizás necesites varios días antes de que puedas orar de manera sincera por cada persona en tu lista. hazlo, nombre por nombre, y de manera genuina abandona tu derecho de hacer justicia por tu propia mano.

Lectura bíblica necesaria: Romanos 12(RVR60)