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Feb05

Participa

Mes // Febrero

Participa
«Preocupémonos los unos por los otros, a fin de estimularnos al amor y a las buenas obras.
No dejemos de congregarnos, como acostumbran hacerlo algunos, sino animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca.»
► Hebreos 10:24-25(NVI)

¿Disfrutas el ir a la Iglesia el día de descanso, o vas por rutina y buscando un pretexto para faltar?

Hoy hay un mensaje especial para ti, considerando que además de tener una relación personal con Dios, disfrutas de la familia de Dios, tu vida es transformada por deleitarte en Él.

Pero de lo contrario harás parte de aquellos que creen que manejan su relación con Él a su manera.

Riesgos: Cuando te alejas de Dios y no te congregas, te debilitas, pierdes fuerza, la fe comienza a fallar y comienzan a ganar fuerza otras cosas como: la necesidad del dinero, el bienestar, el futuro, la educación, la política, la sociedad y demás.

Síntomas: Entonces crees que Dios te está abandonado; que no te escucha o que tus oraciones no “pasan del techo” y en los casos más graves, que Dios no existe; que Dios se alejó de ti, que no te ama; que permitió que “injustamente” pasara esto o aquello.

¡Alerta!: Es en estos momentos, cuando el enemigo conoce tu condición, sabe que eres vulnerable, frágil y débil.

Es posible que tú pienses que no necesitas ir a una Iglesia, que con hacer el devocional en tu casa, orar o leer la palabra es bastante; pero eso no es suficiente. Dios mismo nos motiva a congregarnos y ello nos da identidad en el Cuerpo de Cristo.

«Mirad cuán bueno y cuán agradable es que los hermanos habiten juntos en armonía.»
Salmo 133:1

Punto acción:

No dejes de congregarte, Dios ofrece beneficios espirituales cuando sus hijos se reúnen a alabarle, a conocerle y agradarle. Busca ese lugar seguro, la iglesia, su novia (como la llama), la cual Él anhela y espera.

Lectura bíblica necesaria: Hebreos 10:19-39(NVI)