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Sep27

Señor de todo

Mes // Septiembre

Señor de todo
«De Jehová es la tierra y su plenitud; el mundo, y los que en él habitan. Porque él la fundó sobre los mares, y la afirmó sobre los ríos.»
► Salmo 24:1-2 (RVR60)

Jehová Dios es dueño, amo, patrón, Señor de todo, por lo tanto, soberano y dice el salmista haciendo referencia a términos tangibles grandes y extensos, como son:
  • - La tierra: Se refiere al suelo propiamente, al planeta Tierra donde el género humano fue establecido con un propósito divino. «…para que sepas que de Jehová es la tierra»; «He aquí, de Jehová tu Dios son los cielos, y los cielos de los cielos, la tierra, y todas las cosas que hay en ella» Éxodo 9:29 y Deu 10:14.
  • - Su plenitud: Habla del conjunto, denota abundancia, tamaño y extensión, totalidad además del fruto que aporta en cosechas y riqueza.
  • - El mundo: Regiones habitadas donde Él debe ser reconocido.
  • - Los que en él habitan, perteneciéndole a Él, más no a quienes habitan la tierra y el mundo.
El paralelo a la tierra es el mundo y la plenitud son los que lo habitan. En otras palabras, todo y todos pertenecen a Dios.

El hombre habita la tierra, donde Jehová Dios le colocó y le entregó territorio, pero solo como habitante de paso, como arrendatarios, reservándose la verdadera propiedad. Él que es el verdadero dueño tiene Su asiento por encima de las nubes y el título de propiedad verdadero y legítimo, el derecho absoluto de posesión, le pertenece a Él.

La razón es absoluta: «porque Él la fundó… la afirmó». Eso indica que Él es el creador y las hizo y cuida para ser reconocido como tal.

Todo este conocimiento nos permite entrar en una inquietud humana con respuesta divina: ¿Cómo ha de ser esto? A través de Cristo: «Todo le fue entregado a Él» Apocalipsis 19:16. Este es una declaración doctrinal confirmada con 2 eventos sobrenaturales: la Resurrección y Ascensión de Jesús a través de los cuales fue coronado Rey del mundo y de la naturaleza humana.

Por Cristo había sido creado y administrado el mundo por lo cual Su figura física y divina dio revelación a la humanidad de que Su obediencia, triunfo y victoria decía al hombre que nuestro propósito de existir era dar reconocimiento a Jehová, como Él lo hizo.

Impidiendo de todas formas que el corazón del hombre se desviara como lo dijo el profeta Jeremías en el capítulo 10:11:
«Así les diréis: Los dioses que no hicieron los cielos ni la tierra, perecerán de la tierra y de debajo de los cielos»


Punto de acción:

Jehová Dios es dueño absoluto de todo, entregó a Cristo y por Su obediencia le dio la victoria, por lo cual recibió el reconocimiento. Ahora que lo sabes ¿qué puedes hacer? Da tu reconocimiento a Dios como Creador y sustentador de todo.

Lectura bíblica necesaria: Juan 1:1-3(RVR60)
Foto: pexels.com