Sentados entre querubines

Desde el Antiguo Testamento, en el libro de Éxodo dio Jehová Dios instrucción precisa acerca del lugar (el tabernáculo), una pieza principal en el mobiliario del tabernáculo (el arca del pacto), encima de ella el propiciatorio (llamado en inglés: “la silla de la misericordia”), flanqueado en ambos lados por dos querubines (Éxodo 25:19). Con esta imagen, Dios quería decirles que estando Él en lo alto, aquí el pueblo podía tener una referencia hermosa de Su presencia: «Allí me encontraré contigo» (Éxodo 25:22).

Ahora el salmista, en el Salmo 80:1 declara que el lugar de Dios está “entre querubines” y aprendemos algunos detalles importantes de ese magno lugar de Dios, veamos:

• 1. Que Dios es Rey: Está sentado en Su trono, rodeado de todos los ángeles, los 4 seres vivientes y los 24 ancianos que nos describe Apocalipsis 4:1-6
• 2. Que Dios es el Rey de Israel: Gobierna con autoridad arriba en el cielo, abajo en la tierra y para debajo de la tierra también y lo hace de manera especial para Su pueblo elegido Israel. Dice que mora en sus alabanzas.
• 3. Que Dios es el Rey que ha hecho pacto sempiterno con Su pueblo: Desde tiempos de David lo hizo, lo cumplió con Salomón y permanece para siempre en Jesús el Mesías.
• 4. Que Dios está dispuesto a dejar disfrutar el regalo de Su presencia a todos los que por Cristo se acercan a Él (Hebreos 9:25). Dios desea encontrarse con Su pueblo, y la sangre del cordero sin defecto es el único medio por el cual este encuentro es hecho posible. El propiciatorio del Antiguo Testamento, y la sangre salpicada sobre él por el sumo sacerdote, prefiguraba al futuro Cristo. Cristo vino, y Cristo hizo el sacrificio, y Cristo está con el Padre “sentado entre querubines”.

Que Dios “esté entre querubines”, es una realidad histórica como lo relata el libro de Éxodo, pero también teológica por la interpretación divina de las Escrituras. El tabernáculo fue real. El arca del pacto fue real. El propiciatorio fue real.

Hoy, Cristo es nuestro propiciatorio. Allí, por Él y a través de Él, Dios se encuentra con nosotros. Los puntos están conectados. Dios está en Su trono, los querubines le rodean y le sirven, pero nos ha dejado la mejor expresión de Su presencia y posibilidad de acercarnos también en adoración y alabanza: a Jesucristo nuestro mediador.

Ofrece el pasaje base una oferta maravillosa: Tenemos Su presencia, nos acercamos a ella por medio de Cristo y “Dios resplandece”, se hace favorable a nosotros, se alegra con nosotros, esa es la bendición a través de Jesucristo y podemos acercarnos con confianza.

Punto de acción:

Dios “está entre querubines” y por Jesús mediador del nuevo pacto, tenemos Su presencia con nosotros. Disfrútala. Él te dará el resplandecer como muestra de Su alegría contigo.