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Mar07
¡Sueña!
Mes // Marzo

► Salmos 37:4 (RVR60)
Si el Señor Jesús en este día te preguntara: ¿qué quieres que haga por ti?, ¿qué le dirías?...
Si contestas espontáneamente, y la respuesta es centrada con la voluntad de Dios, es muy probable que tengas algo así como un “corazón de niño" y eres un afortunado, pero generalmente la mayoría se detiene a pensar realmente cuál es su mayor necesidad o deseo.
¿Por qué lo pensamos?
Porque seguramente no hay algo que nos apasione tan fuerte o que necesitemos con urgencia. Como a aquel ciego que, cuando Jesús le preguntó:«¿Qué quieres que haga por ti? Y él dijo: Señor, que reciba la vista.» Lucas 18:41
Dios quiere conceder los deseos de nuestro corazón, suplir nuestra mayor necesidad, Él quiere ver tu rostro que se llena de felicidad, como cuando le das un regalo deseado a tu niño y ves sus expresiones de asombro, su afán por destaparlo, descubrir que es y disfrutarlo.
¿Cómo concede Dios nuestros deseos?
Cuando los deseos van acompañados con las razones correctas y una pizca de fe, fruto de tu continua y personal relación con Dios.
Si tus deseos están alineados con el actuar y propósito correcto, como dice el Salmos 37:4-5 (DHH):
«Ama al Señor con ternura… Pon tu vida en las manos del Señor; confía en él, y él vendrá en tu ayuda.»
Entonces podrás estar seguro que pronto resplandecerás.
«Hará brillar tu rectitud y tu justicia, como brilla el sol de mediodía.»
Salmos 37:6 DHH
Punto acción:
Asegúrate que en estos días tengas el "corazón de niño" que depende de su Padre, y presenta tus peticiones en la intimidad con Dios. No vivas como si nada te causara ni tristeza, ni felicidad, vive expectante.
«Entonces Jesús los llamó y dijo: —Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de Dios es de quienes son como ellos.»
Lucas 18:16 (DHH)
Lectura bíblica necesaria: Salmos 37(RVR60) Si contestas espontáneamente, y la respuesta es centrada con la voluntad de Dios, es muy probable que tengas algo así como un “corazón de niño" y eres un afortunado, pero generalmente la mayoría se detiene a pensar realmente cuál es su mayor necesidad o deseo.
¿Por qué lo pensamos?
Porque seguramente no hay algo que nos apasione tan fuerte o que necesitemos con urgencia. Como a aquel ciego que, cuando Jesús le preguntó:«¿Qué quieres que haga por ti? Y él dijo: Señor, que reciba la vista.» Lucas 18:41
Dios quiere conceder los deseos de nuestro corazón, suplir nuestra mayor necesidad, Él quiere ver tu rostro que se llena de felicidad, como cuando le das un regalo deseado a tu niño y ves sus expresiones de asombro, su afán por destaparlo, descubrir que es y disfrutarlo.
¿Cómo concede Dios nuestros deseos?
Cuando los deseos van acompañados con las razones correctas y una pizca de fe, fruto de tu continua y personal relación con Dios.
Si tus deseos están alineados con el actuar y propósito correcto, como dice el Salmos 37:4-5 (DHH):
Entonces podrás estar seguro que pronto resplandecerás.
Salmos 37:6 DHH
Punto acción:
Asegúrate que en estos días tengas el "corazón de niño" que depende de su Padre, y presenta tus peticiones en la intimidad con Dios. No vivas como si nada te causara ni tristeza, ni felicidad, vive expectante.
Lucas 18:16 (DHH)