Un lugar para…

En algún momento de la historia del rey David, pensó construir una casa para Jehová (Éxodo 25:10-22). Pero a causa de sus muchas guerras y derramamiento de sangre no le fue concedido emprender tan magna obra:Un lugar para jehová.

Este privilegio le fue dejado en herencia a Salomón su hijo; le dejó todas las especificaciones, preparó materiales y le dijo todo acerca de ello. Cuando Salomón empezó a materializar la obra tuvo esta reflexión:

«Y la casa que tengo que edificar, ha de ser grande; porque el Dios nuestro es grande sobre todos los dioses. Mas ¿quién será capaz de edificarle casa, siendo que los cielos y los cielos de los cielos no pueden contenerlo?» 2 Crónicas 2:5-6
Efectivamente, Salomón pensó y habló bien, pues su padre en el Salmo 132 ya había dado respuesta a ello:

«Porque Jehová ha elegido a Sion; la quiso por habitación para sí. Este es para siempre el lugar de mi reposo; aquí habitaré, porque la he querido.» Salmo 132:13-14
Dios mismo se ha elegido Su lugar: A Sión ha escogido como su morada. Lugar para Su reposo para siempre. «Aquí habitaré porque lo he deseado.» , ha dicho el Señor.

Tenemos ya lugar para jehová, Él es, según los versículos del 15 al 18:

• - Lugar de abundante provisión, los pobres son saciados de pan, Dios prometió tener una bendición material especial sobre Jerusalén e Israel
• - Los sacerdotes se visten de salvación y nosotros sus santos podemos dar voces de júbilo.
• - El poder de David retoñará, pues fue dispuesta su lámpara para siempre, este fue Jesús. El poder, majestad y gloria del Mesías durarán para siempre (Mateo 1:17),
• - Los enemigos son vestidos de confusión, pero sobre el lugar para jehová, florecerá Su corona. La palabra usada para corona simboliza la santificación del rey.

Dios eligió a Sion, el salmista ya pone su atención en Jerusalén. Dios elige personas para cumplir Sus propósitos; también elige lugares específicos. La elección de Dios incluye bendición y provisión.

Punto de acción:

En esta generación tenemos para nosotros un lugar para Jehová, elegido y amado por Él mismo, no nos ha correspondido hacerlo, solo amarlo y anhelar pronto visitarlo.