Dic31
Agradeciendo y deseando
Mes // Diciembre
Hoy termina una etapa de 365 días y mañana inicia otra de 366 días.
1. Para el año que termina, es bueno mirar en retrospectiva y hacer una lista de motivos por los cuales agradecer a Dios: por Su amor sin límites, Su cuidado, Su provisión, etc. La razón por la cual somos ingratos con Dios nos la dice el salmista: «Alaba, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios. Salmo 103:2» . Así que agradezcamos al Señor por sus beneficios divinos del año. El agradecimiento es la esencia de la alabanza.
2. Para el año que inicia, generalmente se tienen listas de deseos. ¿Quién no desea que el año nuevo inicie y termine lleno de bendiciones? Según David, en el Salmo 73:25 citado arriba, el deseo más grande que debemos tener, en el que se cumplen todos los demás deseos, es tener a Dios por encima de todas las cosas. ¿Cómo plasmamos en la práctica ese deseo?
La Biblia nos indica cómo:
Deseando leer y meditar en Su Palabra:
«Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación» 1 Pedro 2:2. Tomando como base el ejemplo del bebé, concluimos que ese anhelo por alimentarnos con la Palabra de Dios debe ser un deseo diario durante el año, como el niño que desespera cada día por su leche.
Deseando estar en Su Presencia:
«Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo.» Salmos 27:4. Un vivo deseo de estar con Él todos los días. Estar en la presencia de Dios debe ser la prioridad de nuestras vidas, porque para eso fuimos creados.
Punto de acción
Este fin de año nos presenta la oportunidad de mirar atrás y agradecer los beneficios que Dios nos ha dado. Es un buen momento para mirar al nuevo año que se acerca con fe y esperanza puestos en Dios. Hoy es un buen día para preguntarnos:
• En el año que termina, “¿Qué razones tengo para agradecer a Dios?”
• En el año que comienza, “¿Qué es lo que más deseo?”
1. Para el año que termina, es bueno mirar en retrospectiva y hacer una lista de motivos por los cuales agradecer a Dios: por Su amor sin límites, Su cuidado, Su provisión, etc. La razón por la cual somos ingratos con Dios nos la dice el salmista: «Alaba, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios. Salmo 103:2» . Así que agradezcamos al Señor por sus beneficios divinos del año. El agradecimiento es la esencia de la alabanza.
2. Para el año que inicia, generalmente se tienen listas de deseos. ¿Quién no desea que el año nuevo inicie y termine lleno de bendiciones? Según David, en el Salmo 73:25 citado arriba, el deseo más grande que debemos tener, en el que se cumplen todos los demás deseos, es tener a Dios por encima de todas las cosas. ¿Cómo plasmamos en la práctica ese deseo?
La Biblia nos indica cómo:
Deseando leer y meditar en Su Palabra:
«Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación» 1 Pedro 2:2. Tomando como base el ejemplo del bebé, concluimos que ese anhelo por alimentarnos con la Palabra de Dios debe ser un deseo diario durante el año, como el niño que desespera cada día por su leche.
Deseando estar en Su Presencia:
«Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo.» Salmos 27:4. Un vivo deseo de estar con Él todos los días. Estar en la presencia de Dios debe ser la prioridad de nuestras vidas, porque para eso fuimos creados.
Punto de acción
Este fin de año nos presenta la oportunidad de mirar atrás y agradecer los beneficios que Dios nos ha dado. Es un buen momento para mirar al nuevo año que se acerca con fe y esperanza puestos en Dios. Hoy es un buen día para preguntarnos:
• En el año que termina, “¿Qué razones tengo para agradecer a Dios?”
• En el año que comienza, “¿Qué es lo que más deseo?”
🎉 Cenfol te desea 366 días llenos de bendiciones en el Año Nuevo 🌟
«Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas». Josué 1:7-9