El que ha de venir vendrá

El Niño Prometido: Jesús, el Príncipe de Paz

En tiempos antiguos, el pueblo de Israel fue devastado y humillado por pueblos enemigos. Ellos andaban en oscuridad y peligro constante. Sin embargo, Dios les dio una promesa que, al cumplirse, cambiaría su historia como nación y a nivel personal. Por medio del profeta Isaías, Dios dijo:

«Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.»
Isaías 9:6

El que había de venir, vendría, no tardaría, y con Su llegada se hizo real la promesa:

• Un niño nos es nacido: Este niño nació para beneficio de toda la humanidad, de nosotros los pecadores y de todos los creyentes desde el principio hasta el fin del mundo.
• Hijo nos es dado: Este atributo destaca la eminencia de Cristo y Su distinción del resto de la humanidad. Isaías hace referencia a esta predicción conocida por todos (2 Samuel 7:14, Salmo 2).
• El principado sobre Su hombro: Es una profecía de Su reino eterno, cumpliendo la promesa a David de un trono perpetuo. Cristo llevará la carga del gobierno.

Sus Nombres y Su Carácter

• Admirable: Es Dios y hombre. Su amor es una maravilla para ángeles y santos.
• Consejero: Conoce los consejos de Dios y guía a quienes lo buscan.
• Dios Fuerte: Solo el poder del Dios Todopoderoso puede llevar a cabo esta obra.
• Padre Eterno: Es Dios, uno con el Padre.
• Príncipe de Paz: Nos reconcilia con Dios, da paz al corazón y establecerá un reino de paz sin fin.

Quienes rechazan el evangelio caminan en oscuridad y peligro. Sin embargo, cuando el evangelio llega a una persona o lugar, trae luz y alegría. Esta alegría a menudo viene después de arduo trabajo y lucha, como el labrador antes de la cosecha o el soldado antes de tomar el botín.

Punto de acción

El que había de venir, vino, no tardó… ¿Quién es para ti? ¡Hónralo como tal!