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Mayo21

La obediencia trae su recompensa

Mes // Mayo 2024

La obediencia trae su recompensa
«Habla a los hijos de Israel y diles: 'Yo soy Jehová vuestro Dios. No haréis como hacen en la tierra de Egipto, en la cual morasteis; ni haréis como hacen en la tierra de Canaán, a la cual yo os conduzco, ni andaréis en sus estatutos' »
► Levítico 18:2-3

Recientemente, mientras viajábamos por una carretera, el Google Maps nos sugería tomar un carril lateral. Aunque el carril por el que íbamos parecía despejado, decidí confiar en las indicaciones del mapa. Al seguir la ruta sugerida, descubrimos que habíamos evitado varios minutos de tráfico y complicaciones viales. Esto reafirmó mi creencia de que la obediencia trae recompensa.

Es crucial entender que nuestra obediencia debe ser primeramente hacia Dios. Esto nos permite navegar la vida con una dirección clara y un propósito definido. El amor de Dios nos motiva a honrarle día tras día, y la obediencia nace en el corazón y se manifiesta en nuestras acciones cotidianas.

Las instrucciones del Señor son claras: "¡No haréis!" y "¡No andaréis!", expresiones que indican una prohibición absoluta. A menudo, somos permisivos con comportamientos, palabras, conversaciones y situaciones que Dios ha especificado claramente que evitemos. Dios protege nuestros corazones y nos recuerda que, aunque nuestra visión es limitada, Él tiene una perspectiva completa y eterna.

Al estudiar la Biblia, nos damos cuenta de que Egipto y Canaán fueron tierras marcadas por la idolatría, la soberbia y la desobediencia, lo que afectó a sus habitantes y generaciones futuras. Reflexionemos sobre dónde nos ha sacado el Señor y qué nos está pidiendo que evitemos y obedezcamos en este tiempo.

Dios no nos lleva a lugares exentos de problemas, dificultades o pecado. Sin embargo, nos ha equipado para ser testigos de su gracia y amor redentor allí donde nos ha colocado. Jeremías 15:19 dice: «Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos» (RV60).

Sé que no siempre es fácil, pero te animo a que cada día, guiado por el Espíritu Santo, seas sal de la tierra y luz del mundo. Allí donde el Señor te ha puesto, comparte el mensaje de salvación y vida eterna e inspira a otros a buscar el amor de Cristo.

¿Cuál es la recompensa?

La encontramos en Levítico 18:5: «Por tanto, guardad mis estatutos y mis ordenanzas, los cuales, haciendo el hombre, vivirá en ellos. Yo Jehová» (RV60). Así como en Deuteronomio 30:19: «A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante de la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia» (RV60). En un mundo lleno de opciones, elige en Cristo Jesús la vida para ti, tu familia, tu trabajo y tus bienes.

Punto de acción

Señor, hoy te damos gracias por tu cuidado a través de tu palabra. Ayúdanos a escuchar tu voz y, mediante el Espíritu Santo, guíanos para que podamos obedecerte y escoger cada día la vida que viene de ti. Amén.

Lectura bíblica necesaria: Levítico 18.

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