Ago13
Las pruebas
Mes // Agosto 2024

1 Pedro 5:10
A veces nos sentimos confundidos e incluso incrédulos al recordar o escuchar en boca de otros aquella frase frecuente: “Dios es amor y Él es todopoderoso”. Sin embargo, la verdadera confusión no proviene de escuchar esas palabras una y otra vez, sino de las situaciones difíciles que estamos atravesando en ese momento.
Es en ese momento cuando comenzamos a preguntarnos…
¿Por qué Dios nos permite sufrir? ¿Será que nos ha abandonado?
Dar cabida a este tipo de preguntas es lo que nos desconcierta, pues no sabemos cuál será la respuesta, hasta que llegamos a nuestro momento de "soledad". Pero no es en esa "soledad" donde estamos sin compañía, sino cuando empezamos a aclarar dudas. Es en nuestra conversación (oración) con Él que podemos dar respuesta a nuestros malentendidos acerca de Él, y llegar a la conclusión de que el sufrimiento no es porque Dios nos haga a un lado, sino porque Él arregla todo con mucho cuidado para refinarnos, purificarnos y salvarnos.
Así nos dice en Zacarías 13:9:
«Y meteré en el fuego a la tercera parte, y los fundiré como se funde la plata, y los probaré como se prueba el oro. Él invocará mi nombre, y yo le oiré, y diré: Pueblo mío; y él dirá: Jehová es mi Dios»
Debemos aprender cómo enfrentar las dificultades, pues al no saberlo, nos volvemos quejosos contra Dios, perdemos nuestra fe e incluso no estamos dispuestos a dedicarnos más a Él.
Debemos mirarlo más a Él que a la angustia; Él mismo requiere que sigamos su camino y nos demanda amarlo con todo nuestro corazón (Mateo 22:37).
«Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente»
Punto de acción
Luego de pasar por esas experiencias, no solo obtenemos comprensión de nosotros mismos, sino que también comenzamos a comprender el carácter de Dios, quien nos enseña a ser más fuertes, estables y maduros.
Lectura bíblica necesaria:
1 Pedro 5 Es en ese momento cuando comenzamos a preguntarnos…
¿Por qué Dios nos permite sufrir? ¿Será que nos ha abandonado?
Dar cabida a este tipo de preguntas es lo que nos desconcierta, pues no sabemos cuál será la respuesta, hasta que llegamos a nuestro momento de "soledad". Pero no es en esa "soledad" donde estamos sin compañía, sino cuando empezamos a aclarar dudas. Es en nuestra conversación (oración) con Él que podemos dar respuesta a nuestros malentendidos acerca de Él, y llegar a la conclusión de que el sufrimiento no es porque Dios nos haga a un lado, sino porque Él arregla todo con mucho cuidado para refinarnos, purificarnos y salvarnos.
Así nos dice en Zacarías 13:9:
Debemos aprender cómo enfrentar las dificultades, pues al no saberlo, nos volvemos quejosos contra Dios, perdemos nuestra fe e incluso no estamos dispuestos a dedicarnos más a Él.
Debemos mirarlo más a Él que a la angustia; Él mismo requiere que sigamos su camino y nos demanda amarlo con todo nuestro corazón (Mateo 22:37).
Punto de acción
Luego de pasar por esas experiencias, no solo obtenemos comprensión de nosotros mismos, sino que también comenzamos a comprender el carácter de Dios, quien nos enseña a ser más fuertes, estables y maduros.