¿Qué es el éxito?

«Éxito» no es una palabra mala en la Biblia. Aparece al menos cinco veces en Génesis 24:1-67. En este pasaje, significa:

• - Que Dios respondiera a la oración de Abraham (Génesis 24:12).
• - Que el propósito del viaje se cumpliera (Génesis 24:21).
• - Que Dios fuera propicio (Génesis 24:40, 42, 56).

El criado de Abraham no tenía vergüenza de orar pidiendo éxito. Hizo una oración que tú puedes imitar: «Te ruego que hoy me vaya bien» (v.12). No era egoísta. Era una petición para que Dios bendijera a otros: «... que demuestres el amor que le tienes a mi amo» (v.12). Pidió ser guiado por Dios para que la petición de Abraham se cumpliera. ¿Cómo te guía Dios?

Obviamente Abraham no tenía la Escritura que tenemos nosotros, pero disponía de los mandamientos de Dios que luego formarían parte de la Escritura. Dios ordenó a su pueblo contraer matrimonio solo con otros que creyeran en Él. Abraham le encargó a su siervo que no tomara una esposa para su hijo de la tierra de Canaán sino de su propio pueblo (vv.3-4). Las instrucciones correctas te llevarán al puerto correcto.

El Espíritu Santo nos guía al orar. Aunque las palabras «Espíritu Santo» no se usan en este pasaje, es evidente que todos los participantes están en una posición que les permite ser orientados por Dios, escucharlo a Él y ser guiados por el Espíritu. El criado de Abraham oró desde su corazón (vv.12,45). Rebeca apareció cuando «aún no había terminado de orar»(v.15) y cuando ella aceptó (v.58), Isaac estaba fuera en el campo donde había ido a meditar (v.63).

Pon en práctica uno de estos tres elementos; el éxito dado por Dios será notorio a tu prójimo y de gran gozo para ti, confía en Él ya sea una pequeña o gran decisión pues fiel es el que prometió.

Lectura bíblica necesaria: Génesis 24 (NTV)