Reconciliarse

Los reclamos hacia Dios pueden convertirse en un obstáculo para acercarse a Él. ¿Cuándo se resuelven estos reclamos? Cuando aceptamos dos grandes realidades:

• 1) Jesús te da una nueva oportunidad: Sin importar las circunstancias por las que hayas pasado, al rendir tu vida a Él y aceptar su plan, Jesús puede transformar el lamento en baile y la tristeza en alegría.
• 2) Permitir que Dios trate con tus reclamos: Al entregar tu enojo y amargura a Dios, recorres un camino de reconciliación que también enseña a otros a acercarse a Él.

¿Cuál es el resultado?

«Lo que quiero decir es que a través de Cristo, Dios estaba tratando de reconciliar al mundo con Él, sin tener en cuenta los pecados de nadie. Ese es el mensaje de reconciliación que nos encargó anunciar. Así que hemos sido enviados para hablar en el nombre de Cristo. Es como si Dios estuviera llamando a la gente a través de nosotros. Hablamos por Cristo cuando les rogamos a ustedes que se reconcilien con Dios.»
2 Corintios 5:19-20 (PDT)

Punto de acción

La reconciliación con Dios se activa cuando aceptamos que sólo Jesús tiene la respuesta a nuestra condición. Entrégale tus reclamos y permite que su amor transforme tu vida.