Bautismo

Para cada persona que ha recibido a Cristo como Señor y Salvador aceptando Su obra en la cruz en favor de su salvación y redención eterna y como un regalo, debe ser un deleite escuchar y conocer acerca de la iglesia como la congregación de todos los salvos en todas las generaciones de la historia humana, alrededor del universo.

Cuando Jesús pensó en dar la forma a Su iglesia dejó elementos que la hacen organizada y una demostración de ella es la ordenanza del bautismo.

Ella tiene un significado para este tiempo presente del creyente, pero tiene repercusión eterna y comprende algunos elementos que le maximizan su significado:
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• - El agua: Es necesario el acto de inmersión, bajar a las aguas porque en la carta de Romanos capítulo 6, dice que debemos morir a la vida pasada y nacer a una vida nueva, lo cual se declara en el mismo orden: Morir al sumergirse y nacer al salir de ella.
• - La edad del creyente: Es muy importante que sea una decisión personal, voluntaria y consciente y esto es posible una vez que habiendo aceptado a Cristo en Su corazón como Señor y Salvador y empezado a conocer las primeras verdades de la vida cristiana pueda tomar la decisión de hacerlo.
• - En el nombre que es sobre todo nombre: El bautismo es un regalo que Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo dan al creyente por su paso de fe y obediencia, por tanto la Trinidad divina debe ser mencionada sobre quien se bautiza. Desciende y llena la vida al miembro de la iglesia que está en la acción y el momento de la inmersión por su voluntaria decisión.
• - Los testigos: Por cuanto el bautismo es una declaración pública de la fe del creyente, lo hace delante de sus hermanos de la iglesia y los suyos para proclamación de la decisión de cambio de vida.

Una vez conocemos que la verdad de la ordenanza implica dejar la vida pasada y nacer a una vida nueva, demuestra que el significado espiritual del bautismo en agua simboliza arrepentimiento y perdón. Cuando los fariseos le preguntaron a Juan: «¿Por qué, pues, bautizas?, el respondió: Yo bautizo con agua» (Juan 1:25-26), haciendo referencia al acto simbólico de arrepentimiento (Mateo 3:11 a, Marcos 1:4-5),"arrepentirse es cambiar de actitud", lo cual incluye un cambio de conducta en nuestras vidas, es darle la espalda al pecado y comenzar a vivir una vida para Dios.

Punto de acción

Como parte de la iglesia organizada de Jesús, ningún miembro de ella debe perderse la oportunidad de tomar la decisión firme y voluntaria de ser bautizado en agua, para demostración pública de su fe. ¡No lo postergues!