17 Abril 2021
Confiando en Dios
► Salmos 9:10 (NTV)
¿Alguna vez te sentiste abandonado por personas en quienes habías confiado?
El abandono paterno, y el desamparo producto de la fragmentación familiar, son las heridas más frecuentes en el contéxto latinoamericano. Nos Acostumbramos a una cultura del despojo donde el más fuerte abusa del débil, sin que nadie se lo impida. Por eso cuando la Palabra de Dios declara:«...porque tú, oh Señor, no abandonas a los que te buscan.» Confronta nuestra realidad personal.
Tal vez en este punto de la meditación te estés preguntando: ¿Y por qué tengo que buscar a Dios? ¿Por qué no me busca Él a mí?
El siguiente pasaje explica el por qué: «Busquen al Señor mientras se deje encontrar, llámenlo mientras esté cercano. Que abandone el malvado su camino, y el perverso sus pensamientos. Que se vuelva al Señor, a nuestro Dios, que es generoso para perdonar, y de él recibirá misericordia.» Isaías 55:6-7 (NVI)
Dios espera que lo busques, porque él ya tomó la iniciativa de buscarte, y espera que tu respondas a su intención.
Buscar a Dios, significa estar dispuesto a realizar ajustes en tu vida que manifiesten un deseo de cambio: "Que abandone el malvado su camino, y el perverso sus pensamientos."
Punto de acción
«Porque mis pensamientos no son los de ustedes, ni sus caminos son los míos —afirma el Señor —. Mis caminos y mis pensamientos son más altos que los de ustedes; ¡más altos que los cielos sobre la tierra! Así como la lluvia y la nieve descienden del cielo, y no vuelven allá sin regar antes la tierra y hacerla fecundar y germinar para que dé semilla al que siembra y pan al que come, así es también la palabra que sale de mi boca: No volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo deseo y cumplirá con mis propósitos.»Isaías 55:8-11 (NVI)
Lectura bíblica necesaria:
Salmos 9(RVR60) El abandono paterno, y el desamparo producto de la fragmentación familiar, son las heridas más frecuentes en el contéxto latinoamericano. Nos Acostumbramos a una cultura del despojo donde el más fuerte abusa del débil, sin que nadie se lo impida. Por eso cuando la Palabra de Dios declara:«...porque tú, oh Señor, no abandonas a los que te buscan.» Confronta nuestra realidad personal.
Tal vez en este punto de la meditación te estés preguntando: ¿Y por qué tengo que buscar a Dios? ¿Por qué no me busca Él a mí?
El siguiente pasaje explica el por qué: «Busquen al Señor mientras se deje encontrar, llámenlo mientras esté cercano. Que abandone el malvado su camino, y el perverso sus pensamientos. Que se vuelva al Señor, a nuestro Dios, que es generoso para perdonar, y de él recibirá misericordia.» Isaías 55:6-7 (NVI)
Dios espera que lo busques, porque él ya tomó la iniciativa de buscarte, y espera que tu respondas a su intención.
Buscar a Dios, significa estar dispuesto a realizar ajustes en tu vida que manifiesten un deseo de cambio: "Que abandone el malvado su camino, y el perverso sus pensamientos."
Punto de acción
«Porque mis pensamientos no son los de ustedes, ni sus caminos son los míos —afirma el Señor —. Mis caminos y mis pensamientos son más altos que los de ustedes; ¡más altos que los cielos sobre la tierra! Así como la lluvia y la nieve descienden del cielo, y no vuelven allá sin regar antes la tierra y hacerla fecundar y germinar para que dé semilla al que siembra y pan al que come, así es también la palabra que sale de mi boca: No volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo deseo y cumplirá con mis propósitos.»Isaías 55:8-11 (NVI)
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Reflexiones
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