Hablando de juicio

El hablar de juicio desde la perspectiva bíblica, desde la Palabra de Dios y especialmente a la viva voz de Jesús: «No juzguéis, para que no seáis juzgados» y ¿a qué se refería?

No, a la interpretación errónea que se ha dado, tanto entre creyentes como no creyentes, de no poder emitir ningún tipo de juicio, indica algunos elementos, en caso de necesitar hacerlo. Jesús no está diciendo que debemos dejar de hacerlo completamente sino que lo hagamos correctamente.

La palabra en griego “Krino” significar distinguir o decir. Y el Señor quiere que aprendamos a distinguir entre el bien y el mal para que podamos decidirnos y ayudar a muchos otros a hacer siempre el bien, así dice la Escritura:

«Enseñarán a mi pueblo a discernir entre lo sagrado y lo profano, y harán que ellos sepan distinguir entre lo inmundo y lo limpio.»
Ezequiel 44:23
Todos los días tendremos motivos para “juzgar”, discernir entre el bien y el mal, pero a la manera de Dios.

¿Qué dijo Jesús acerca del juzgar? Mateo 7:1-6

• 1º. Mateo 7:2 La medida de juicio que recibiremos será dada por el nuestro. Ser benigno o severo consigo mismo puede ser una manera de expresar como lo haremos con los demás. Cosa reprochable es ser benigno con uno mismo y severo con los demás, como lo eran los fariseos en Lucas 11:46, ponían cargas a otros que no podían llevar.
• 2º. Mateo 7:3-4 Debemos sacar primero la viga de nuestro propio ojo para poder ver bien a la hora de juzgar
• 3º. Mateo 7:5 ¡Hipócritas! Es la exclamación que Jesús usa al referirse a la actuación de quienes tienen el primer puesto en ver los errores de los demás pero siempre excusan los propios así que no teniendo autoridad para hacerlo, autoridad moral para juzgar a otros, fallan. Debemos tener ante todo una solvencia moral que nos permita llevar a cabo con amor y misericordia la oportunidad de “juzgar”, es decir rectificar a otros en su caminar con Dios. Esta debe ser nuestra motivación corregir para ayudar y animar no para atacar o menospreciar, si esta última es la motivación mejor no hacerlo es destructivo en lugar de edificante. Así mismo nunca debemos condenar, pues es una facultad que solo la tiene Dios para con la vida de las personas sean creyentes o no, sean Sus hijos o Sus creaturas.
• 4º. Mateo 7:6 Jesús nos advierte que no todas las personas apreciarán las palabras de juicio, aunque sean justas. No tiene sentido corregir a alguien que no quiere ser corregido, o que no acepta el orden de Dios. En esos casos, Jesús dijo: «No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen»

Punto de acción:

Esta es una instrucción personal que nos da Dios a través de Su Palabra ¿Cómo lo vas a hacer? ¿Con quién o quiénes lo harás?