Skip to main content

16 Noviembre 2021

Las mujeres sirven a Jesús

Publicado en Noviembre

Las mujeres sirven a Jesús
«Aconteció después, que Jesús iba por todas las ciudades y aldeas, predicando y anunciando el evangelio del reino de Dios, y los doce con él, y algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malos y de enfermedades: María, que se llamaba Magdalena, de la que habían salido siete demonios,»
► Lucas 8:1-2 (RVR60)

Jesús continuó permanentemente la misión que Su Padre le encomendó y de la cual no se separó para no dar lugar a distracciones o diferentes actividades sin propósito delante de Dios, además encontró el equipo perfecto con Sus doce discípulos que lo acompañaban en Su aventura por ciudades y aldeas, haciendo lo pertinente: predicar y anunciar el evangelio de Dios, lo cual no solo era la tarea, era una maravilla poder contarle al mundo entero del amor de Dios Padre revelado en Jesús y a través de Él, para todo el que creyera.

Fue así como también un grupo de particulares mujeres se le unieron, ellas fueron:
  • - Algunas sanadas de espíritus malos y de enfermedades,
  • - María Magdalena, de la que habían salido siete demonios,
  • - Juana, mujer de Chuza intendente (mayordomo) de Herodes, y
  • - Susana con otras muchas que le servían de sus bienes.

Quizá tu reflexión siguiente es: ¿Y cuál era su competencia para servir a Jesús?
  • - Habían recibido de Jesús, su milagro y esto les hacía sentirse seguras de quién era Jesús.
  • - Estaban dispuestas no solo a seguirle, sino también a dar testimonio con sus propias vidas de lo que habían vivido. ¡Cómo no seguirlo después de haber presenciado y recibido estos milagros!
  • - Servían con sus bienes, es decir que los llevaban con ellas y los ponían en común, para cubrir las necesidades. ¿De qué otro modo podía Jesús solventar Su travesía? Muchos de los lugares por donde pasaban se maravillaban al ver que éstas habían dejado de lado sus riquezas para poner a disposición del ministerio de Jesús toda su fortuna, sin importar cuánto fuera, comprendían que Él se merecía todo y por ello le seguía gente de todo tipo y condición social: ricos, pobres, jóvenes, viejos, hombres y mujeres.
  • - No conocemos su estado civil, quizá algunas casadas y otras seguramente solteras o viudas, puesto que en aquellas épocas no era usual que alguien “reclutara” mujeres entre sus seguidores, dado que ocupaban un lugar poco considerado en la sociedad, pero Su obra de amor para con ellas, era más fuerte que la cultura y la sociedad y por eso osaron dejarlo todo y seguirle. Ellas se sintieron amadas e importantes.
Si amas al Señor Jesús, amas a otros y los invitas al reino. Todos los que son discípulos de Jesús comparten el deseo de que otras personas entren en el reino. Anhelamos esto porque hemos experimentado por nosotros mismos, como estas particulares mujeres de la época, lo bueno que es vivir con Cristo. También lo anhelamos porque sabemos que las personas que permanecen fuera del reino no podrán experimentarlo.

Punto de acción:

¿Qué estás haciendo bien, respecto de desarrollar tu amor por Dios y los demás? ¿Qué puedes mejorar? Y lo más importante ¿Cómo lo harás?

Mesa, Piedad
Lectura biblica necesaria: Lucas 8(RVR60)


[widgetkit id="2"]

Leave a comment

Please login to leave a comment.