Lista Negra

La oración que nuestro Señor ilustra aquí es la de un hijo bueno solicitando algo bueno. Hablamos de la oración como si fuera posible que Dios nos escuchara sin tener en cuenta el estado de nuestra relación con Él.

No pienses que la voluntad de Dios no es darte lo que le pides. Antes que te desanimes, busca la razón y consulta la lista negra de tu vida:

• ¿La relación con tu esposa, tu esposo, tus hijos o tus compañeros está bien?
  ¿Eres un “hijo bueno” en esas relaciones?
  ¿Le dices a Dios, “Oh, Señor, me he irritado y enojado, pero deseo las bendiciones espirituales”?

No las puedes tener y no las tendrás, hasta que adoptes la actitud de un “hijo bueno”.

Podrás creer que es suficiente con "madurar espiritualmente", pero sigues enfermo emocional. No revisamos la lista negra de nuestra vida.

¿Le he estado pidiendo dinero a Dios par algo que quiero cuando hay alguien a quien le debo?
¿Le he estado pidiendo libertad mientras yo se la niego a alguno de los míos?
¿He rehusado perdonarle a alguien sus ofensas y he sido cruel con él o ella?
¿Vivo como un hijo de Dios entre mis parientes y amigos?

«Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.» Mateo 7:12.

Punto de acción

Confiesa y entrega a Dios esa lista negra, para que Él te dé de su luz.

Yo soy hijo de Dios solamente por el nuevo nacimiento y como su hijo soy bueno sólo mientras ando en la luz. La oración, para la mayoría de nosotros, se convierte simplemente en una expresión religiosa superficial, un asunto de comunión mística o sentimental con Dios. Todos somos buenos produciendo la neblina que oculta la realidad espiritual. Pero, si conscientemente examinamos la lista negra, veremos claramente lo que está mal: una amistad, una deuda, o una actitud inadecuada. Es inútil orar si no estamos viviendo como hijos de Dios. Entonces Jesús dice: «Todo aquel que pide, recibe.» Mateo 7:8.


Lectura biblica necesaria: Mateo 7:7-12(RVR60)