Principiante

Hablando de soportar las cargas de otros, es necesario entender que no se trata de sufrir, sino en tener un propósito de ayudar a otros, de modo que las personas al recibir el correcto apoyo puedan trabajar como un conjunto bien consolidado y fuerte, construyendo equipos que se desarrollan unos a otros.

Cuando se construye un edificio, se hacen vigas que van a sostener techos, planchas y paredes, pero estas vigas primero deben ser sostenidas hasta que se vuelvan fuertes, así ocurre cuando soportamos a los “débiles” (Un hijo, un empleado, un atleta, un cristiano…), algún día tomarán el liderazgo, y serán los que soportan toda la estructura, como las vigas del edificio.

Aprendamos a recibir con amor, entrega y paciencia a otros, más adelante ellos serán los que sostendrán a muchos, soportandólos,y aplicando el principio del Señor Jesucristo a otros recibiéndolos con amor.

Punto de acción:

Dejemos la actitud de hacernos los abnegados y sufridos, aceptemos que puede y debe haber otros que piensan diferente, y que podemos enriquecernos cuando tenemos la capacidad de escuchar, entender, aprender y no criticar, sino examinándolo todo reteniendo lo bueno y tratando a aquellos cómo nos gustaría que nos tratasen.

Algún día aquel soldado principiante podrá llegar a ser un general.