10 Mayo 2021
¿Qué pasará mañana?
Publicado en Mayo
¿Hay esperanza que nos defraude?
► Romanos 5:3-5 (RVR60)
La esperanza es lo último que se pierde, dice el adagio popular, pero… ¿habrá esperanza que nos defraude? ¿Será que en varios momentos de nuestra vida hemos experimentado que lo que esperamos no tenía sentido y que se ha perdido todo el esfuerzo y la dedicación que se ha hecho para lograr eso? ¿Cuántas veces nuestra familia nos ha defraudado? o ¿la sociedad? o ¿el trabajo? o ¿la profesión que ejercemos? y/o ¿nosotros a ellos?
Considero que entonces si hay esperanza que nos defrauda y es cuando ponemos la vista en las cosas que fácilmente pueden variar como: los recursos, los sentimientos o todo lo que pueda depender del tiempo como, por ejemplo, nosotros, las personas.
El apóstol Pablo nos muestra una perspectiva de esperanza eterna, donde el tiempo no la controla, sino que trasciende más allá de nuestros sentidos y por eso la esperanza que debemos cultivar es la que no se ve; como la seguridad de que Dios derramó su amor en nosotros, ese amor que es Cristo Jesús, que nos ha perdonado nuestros pecados y que el Espíritu Santo mora en nosotros.
Es así como el proceso que todos tenemos que aprender a vivir y que comienza con el sufrimiento para dar fruto en una esperanza eterna tiene sentido, porque se forma el carácter consecuencia de la perseverancia en las diferentes situaciones que vivimos diariamente.
Punto de acción
Con la situación actual que vives en tu mente, en tu corazón, con tu familia y con el entorno en que te encuentras,¿cómo podemos ser dadores de esperanza? ¿qué acciones debo tomar para que mis sentidos o sentimientos no guíen mi vida, sino vaya más allá de ellos?
Quiero animarlos a tener una perspectiva eterna, donde se vuelva real y trascendental el otro dicho popular: “Mientras haya vida, hay esperanza”.
Lectura bíblica necesaria:
Romanos 5:1-11(DHH) Considero que entonces si hay esperanza que nos defrauda y es cuando ponemos la vista en las cosas que fácilmente pueden variar como: los recursos, los sentimientos o todo lo que pueda depender del tiempo como, por ejemplo, nosotros, las personas.
El apóstol Pablo nos muestra una perspectiva de esperanza eterna, donde el tiempo no la controla, sino que trasciende más allá de nuestros sentidos y por eso la esperanza que debemos cultivar es la que no se ve; como la seguridad de que Dios derramó su amor en nosotros, ese amor que es Cristo Jesús, que nos ha perdonado nuestros pecados y que el Espíritu Santo mora en nosotros.
Es así como el proceso que todos tenemos que aprender a vivir y que comienza con el sufrimiento para dar fruto en una esperanza eterna tiene sentido, porque se forma el carácter consecuencia de la perseverancia en las diferentes situaciones que vivimos diariamente.
Punto de acción
Con la situación actual que vives en tu mente, en tu corazón, con tu familia y con el entorno en que te encuentras,¿cómo podemos ser dadores de esperanza? ¿qué acciones debo tomar para que mis sentidos o sentimientos no guíen mi vida, sino vaya más allá de ellos?
Quiero animarlos a tener una perspectiva eterna, donde se vuelva real y trascendental el otro dicho popular: “Mientras haya vida, hay esperanza”.
Gabriel Neira
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Yolanda Vendries de Fonseca
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