19 Abril 2021
¿Quién me ayuda?
María lo ha elegido, y nadie se lo va a quitar»
► Lucas 10:42 (TLA)
Leer Lucas 10:38-42
¿Qué interesante este relato no cree? ¡Cuántos de nosotros también reclamamos que nadie nos ayuda, en casa, en el trabajo, hasta en el ministerio de la iglesia! ¿y saben? no es que nosotros no podamos reclamar que nos ayuden, sino que pedimos ayuda sin tener un orden y prioridad correctos en nuestras vidas.
A veces nos molestamos y cargamos con tantas cosas por hacer en tantos lugares, que, la verdad, nos produce angustia, y no porque no seamos capaces sino porque nuestras prioridades están “desordenadas” o invertidas, o peor aún, no tenemos como prioridad lo que debía ser prioridad: buscar y escuchar al Señor.
Dice este texto que Jesús había entrado a la casa de unas hermanas, quizás haya entrado a tu casa también y lo recibiste como lo hizo Martha, dándole prioridad a las actividades que están relacionadas a su servicio y no al sentarte a sus pies y escuchar su palabra; poner esta “actividad” como prioridad, eliminará el afán, y no es que dejemos de hacer cosas, sino que increíblemente tendremos tiempo para hacerlas.
Lo interesante y valioso de buscar y escuchar al Señor como la principal ‘actividad’ de nuestra vida, es que, no solo llenamos la parte más importante y necesaria, sino que Dios se encarga de todas las otras áreas con las que generalmente nos angustiamos; esa promesa se encuentra en Mateo 6:6 «…mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público » .
Punto de acción:
Díganme qué otra actividad, aparte de orar al Señor, es más recompensada por Dios.
Ah, y por favor no le crea a su cabeza, que le enumera un sinnúmero de cosas por hacer, y por lo tanto le dice que no hay tiempo para leer la Biblia y buscar al Señor. Recuerde que apartar un tiempo de nuestro día para dedicarlo a recibir sus instrucciones nos beneficia principalmente a nosotros. Seamos como María que escogió lo mejor y no le será quitado.
Pasar tiempo personal orando y meditando en Su Palabra no es tiempo perdido, sino tiempo invertido, y a la larga dará dividendos; pruébelo, Jesucristo le asegura que verá las recompensas de Dios. Inicia escuchando la siguiente canción en oración
Lectura bíblica necesaria:
Salmo 25 (RVR60) ¿Qué interesante este relato no cree? ¡Cuántos de nosotros también reclamamos que nadie nos ayuda, en casa, en el trabajo, hasta en el ministerio de la iglesia! ¿y saben? no es que nosotros no podamos reclamar que nos ayuden, sino que pedimos ayuda sin tener un orden y prioridad correctos en nuestras vidas.
A veces nos molestamos y cargamos con tantas cosas por hacer en tantos lugares, que, la verdad, nos produce angustia, y no porque no seamos capaces sino porque nuestras prioridades están “desordenadas” o invertidas, o peor aún, no tenemos como prioridad lo que debía ser prioridad: buscar y escuchar al Señor.
Dice este texto que Jesús había entrado a la casa de unas hermanas, quizás haya entrado a tu casa también y lo recibiste como lo hizo Martha, dándole prioridad a las actividades que están relacionadas a su servicio y no al sentarte a sus pies y escuchar su palabra; poner esta “actividad” como prioridad, eliminará el afán, y no es que dejemos de hacer cosas, sino que increíblemente tendremos tiempo para hacerlas.
Lo interesante y valioso de buscar y escuchar al Señor como la principal ‘actividad’ de nuestra vida, es que, no solo llenamos la parte más importante y necesaria, sino que Dios se encarga de todas las otras áreas con las que generalmente nos angustiamos; esa promesa se encuentra en Mateo 6:6 «…mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público » .
Punto de acción:
Díganme qué otra actividad, aparte de orar al Señor, es más recompensada por Dios.
Ah, y por favor no le crea a su cabeza, que le enumera un sinnúmero de cosas por hacer, y por lo tanto le dice que no hay tiempo para leer la Biblia y buscar al Señor. Recuerde que apartar un tiempo de nuestro día para dedicarlo a recibir sus instrucciones nos beneficia principalmente a nosotros. Seamos como María que escogió lo mejor y no le será quitado.
Pasar tiempo personal orando y meditando en Su Palabra no es tiempo perdido, sino tiempo invertido, y a la larga dará dividendos; pruébelo, Jesucristo le asegura que verá las recompensas de Dios. Inicia escuchando la siguiente canción en oración
- 3566
Comments (1)
May
reply