14 Octubre 2021
Ser transformados
Publicado en Octubre
►2 Corintios 3:18(RVR60)
Transformar: Palabra formada por la voz latina ‘forma` que hace referencia a figura o imagen y por el verbo ‘transere’ cuyo concepto es transitar, ir al otro lado. Convertir una cosa en otra mediante un proceso determinado.
¿Quién no quiere cambiar para mejorar?
Tal vez, al examinar nuestra vida, descubrimos cosas que no nos gustan de nosotros mismos y queremos cambiar; sin embargo, no lo hemos logrado, la razón es que no podemos cambiarnos a nosotros mismos; Pablo en Romanos 1:29-31, expone un diagnóstico totalmente desalentador de la naturaleza humana: “atestados de injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y perversidades, murmuradores, calumniadores, enemigos de Dios, injuriosos, soberbios, vanidosos, inventores de males, desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia”; ante ese diagnóstico... ¿Qué ser humano puede por sí mismo cambiar su naturaleza?; No hay libros, ni seminarios, ni filosofías que lo logre.
Solo Cristo puede hacer la diferencia y un cambio radical en nuestra vida. Cuando Su Espíritu Santo viene a morar en nosotros, a través de un nuevo nacimiento, comienza una obra interna y una labor para que poco a poco comencemos a reflejar una nueva naturaleza, la de Cristo.
Si bien la salvación es un proceso instantáneo mediante la fe en Jesucristo, la transformación espiritual requiere un crecimiento que moldee nuestra vida, hasta llegar a ser semejantes a Él.
Punto de acción:
Pasar tiempo en su Palabra y en su Presencia cada día, es nuestro aporte para permitir al Espíritu Santo obrar en nuestro interior, de tal manera que vayamos creciendo en la semejanza de Cristo Jesús; y esto debemos hacerlo de forma consciente, perseverante y disciplinada. No será fácil, puede costarnos lágrimas, pero tenemos un ayudante, el Espíritu Santo, y un resultado magnífico: ¡ver la Gloria de Dios en nuestras vidas!
Pregunta final: ¿Te has sentido desalentado en este proceso de transformación? Si la respuesta es ‘sí’, entonces necesitas saber lo que dice Pablo: «estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo» Filipenses 1:6
Él empezó tu transformación, Él terminará
¿Quién no quiere cambiar para mejorar?
Tal vez, al examinar nuestra vida, descubrimos cosas que no nos gustan de nosotros mismos y queremos cambiar; sin embargo, no lo hemos logrado, la razón es que no podemos cambiarnos a nosotros mismos; Pablo en Romanos 1:29-31, expone un diagnóstico totalmente desalentador de la naturaleza humana: “atestados de injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y perversidades, murmuradores, calumniadores, enemigos de Dios, injuriosos, soberbios, vanidosos, inventores de males, desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia”; ante ese diagnóstico... ¿Qué ser humano puede por sí mismo cambiar su naturaleza?; No hay libros, ni seminarios, ni filosofías que lo logre.
Solo Cristo puede hacer la diferencia y un cambio radical en nuestra vida. Cuando Su Espíritu Santo viene a morar en nosotros, a través de un nuevo nacimiento, comienza una obra interna y una labor para que poco a poco comencemos a reflejar una nueva naturaleza, la de Cristo.
Si bien la salvación es un proceso instantáneo mediante la fe en Jesucristo, la transformación espiritual requiere un crecimiento que moldee nuestra vida, hasta llegar a ser semejantes a Él.
Punto de acción:
Pasar tiempo en su Palabra y en su Presencia cada día, es nuestro aporte para permitir al Espíritu Santo obrar en nuestro interior, de tal manera que vayamos creciendo en la semejanza de Cristo Jesús; y esto debemos hacerlo de forma consciente, perseverante y disciplinada. No será fácil, puede costarnos lágrimas, pero tenemos un ayudante, el Espíritu Santo, y un resultado magnífico: ¡ver la Gloria de Dios en nuestras vidas!
Pregunta final: ¿Te has sentido desalentado en este proceso de transformación? Si la respuesta es ‘sí’, entonces necesitas saber lo que dice Pablo: «estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo» Filipenses 1:6
Lectura biblica necesaria: 2 Corintios 3(RVR60)
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Carolina Prada Arenas
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