Un niño nos es nacido

Y nació en Belén nuestro Niño prometido… Los ángeles lo anunciaron a los pastores, el firmamento se llenó de estrellas y por todo el paraje se anunciaba algo que a los ojos de los habitantes era extraño, no lograban comprender lo que sucedió, pero la profecía anunciada por el profeta Isaías nos decía que especialidades tenía ese Niño:

• - Niño con gloria: El cielo también se alegraba en este momento porque la redención de la humanidad estaba empezando a ser posible. El Unigénito Hijo de Dios había llegado al mundo para cumplir el propósito del Padre, salvar a los pecadores.
• - Niño con poder: El versículo siguiente de Isaías 9:7 a dice: “Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite”, para enseñarnos que ese maravilloso niño tendrá imperio, que será dilatado y el resultado de ello será la paz sin límite para toda la humanidad que crea y acepte este regalo sobrenatural.
• - Niño con victoria prometida: Para confirmar la promesa y su cumplimiento en el Nuevo Testamento el evangelista Lucas 1:32-33 nos dice: “Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin”. Es un nacimiento sobrenatural porque a su cumplimiento le seguiría la victoria para redención de la humanidad.

La profecía nos anunció el nacimiento del Salvador no para ser un niño común y corriente, fue anunciado lleno de gloria y poder para que al ejercerla Su victoria fuera de toda la humanidad y así podemos contarlo al mundo entero. No es un pequeño frágil y sujeto a debilidad es un niño con futuro glorioso y victorioso, llamado Hijo del Altísimo, heredero del Trono de David, para reinar por siempre y lo disfrutamos.

Punto de acción

A partir de este conocimiento, puedes contar a alguien el verdadero sentido de la navidad: Nació el Niño para recibir la gloria, el poder y la victoria prometida…hasta el fin.