Un sufrimiento y un propósito

“El Dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional”

Esta famosa frase nos habla de la actitud ante el dolor y aunque parece fácil de entender es bastante difícil de vivir. A ninguno nos gusta el sufrimiento y lo evitamos a toda costa.

El sufrimiento tiene su origen en el pecado (mío o de otro), sin embargo, Dios lo puede usar para sus propósitos.

Es de origen pecaminoso porque antes de la existencia del pecado, el hombre no sufría, pero al permitir su ingreso al mundo, fue maldecido y también todo lo que habita en él.

«Y al hombre le dijo: “Por cuanto le hiciste caso a tu mujer, y comiste del árbol del que te prohibí comer, ¡maldita será la tierra por tu culpa! Con penosos trabajos ...”» Génesis 3:17

Ahora, independiente del origen del sufrimiento ya sea el mal moral o el natural, Dios lo puede usarlo de varias maneras, como: una señal de advertencia, o para entender y reconocer el dolor de otros, para fortalecer nuestra fe y más importante aún, un medio para extender el evangelio, pues de la forma en que lo enfrentemos, es decir con la ayuda de Dios, serás un ejemplo de confianza en Él en medio del dolor que otros aprenderán.

Punto de acción:

Generalmente al inicio del sufrimiento no comprendemos el propósito de dicha situación, solo con el pasar del tiempo y con un profundo agradecimiento hacia la soberania del señor podremos comprenderlo.

El dolor puede ser similar a la disciplina, nos duele y no nos gusta, pero al final lo puedes entender su propósito.

«Ninguna disciplina resulta agradable a la hora de recibirla. Al contrario, ¡es dolorosa! Pero después, produce la apacible cosecha de una vida recta para los que han sido entrenados por ella.» Hebreos 12:11 (NTV)

«Muchas son las aflicciones del justo, Pero de todas ellas le librará Jehová.» Salmo 34:19

Agradece a Dios por las dificultades y entrégaselas en oración, Él será quien las utilice para formar Su gloria en ti.