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08 Abril 2021

Verdadera Belleza

Publicado en Abril

Verdadera Belleza
«Pero ahora esto dice el Señor: «El encanto es engañoso, y la belleza no perdura, pero la mujer que teme al Señor será sumamente alabada.»
► Proverbios 31:30(NTV)

Hace unos días mientras mi hija se organizaba su cabello frente al espejo, note la destreza con la que se soltaba y se lo volvía a recoger, y le exprese la una frase que mi padre solía decirme cuando tenía su misma edad:“No te preocupes tanto por lo que ves a fuera, lo importante es lo que llevas dentro”

¿Cómo qué no? ¡Si las niñas siempre deben lucir hermosas! Respondió mi pequeña niña.

A su edad soy consciente que le cuesta comprender esas palabras.

Fue entonces cuando reflexione sobre las palabras que decía mi padre y que me lo confirma las escrituras en 1 Pedro 3:3-4: «No se interesen tanto por la belleza externa: los peinados extravagantes, las joyas costosas o la ropa elegante. En cambio, vístanse con la belleza interior, la que no se desvanece, la belleza de un espíritu tierno y sereno, que es tan precioso a los ojos de Dios.»(NTV)

Vivimos en tiempos de apariencia, donde con más fuerza, publicitaria hablando, se le rinde homenaje a la belleza física; y donde contar con un hermoso cuerpo y una buena apariencia son aparentemente la clave para tener éxito en la vida, pero el pasaje anterior, nos habla que vivimos en real equivocación, aunque en ningún pasaje de la Biblia dice que descuidemos nuestro arreglo personal ante bien debemos tratarlo como el templo de Dios, lo que si nos deja claro es que este tipo de belleza se desvanece y que no podemos depender de ella para conseguir la verdadera felicidad.

¿Cuál es entonces la belleza verdadera, la que permanece?

«… En cambio, vístanse con la belleza interior, la que no se desvanece, la belleza de un espíritu tierno y sereno, que es tan precioso a los ojos de Dios»

Quizás conocemos personas con un físico “excepcional”, pero que lo opaca con su actitud egoísta y valores erráticos, ¿y qué decir de nosotros mismos? que muchas veces nos conocen por nuestra actitud egocéntrica y no por el anhelo de amar y servir a otros.

Punto de acción

Recuerden siempre que la verdadera belleza no proviene de un cuerpo hermoso, un peinado o una ropa que está a la moda, más bien, esa belleza nace, crece y resplandece de un corazón que se deleita en el Señor y el verdadero servicio al prójimo, fruto de la llenura del Espíritu Santo.

Lectura bíblica necesaria: 1 Pedro 3(NTV)

Tamy Olarte

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