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27 Diciembre 2021

Enaltecer

Publicado en Diciembre

Enaltecer
«Sino que te has ensalzado contra el Señor del cielo; y han traído delante de ti los vasos de su templo, y tú y tus nobles, tus mujeres y tus concubinas,
habéis estado bebiendo vino en ellos y habéis alabado a los dioses de plata y oro, de bronce, hierro, madera y piedra, que ni ven, ni oyen, ni entienden; pero al Dios que tiene en su mano tu propio aliento y es dueño de todos tus caminos, no has glorificado.»
► Daniel 5:23(LBLA)

El título de esta reflexión son los sinónimos del verbo “Honrar”; Palabras claves para entender la historia narrada en Daniel 5.

Un poderoso rey llamado Belsasar hizo una gran fiesta para mil invitados con sus acompañantes, y de un momento a otro pidió a sus sirvientes que trajesen unos vasos de oro y plata que Nabucodonosor, su antecesor, había traído del templo de Jerusalén, vasos que habían sido consagrados al uso exclusivo para el servicio del Señor del Cielo; el propósito era darle un uso sacrílego, pues los usaron para alabar a sus falsos dioses. En ese mismo momento se produjo el juicio del Dios verdadero, y se le comunicó a través de una mano que escribió en la pared: «Mene, Mene, Tekel, Uparsin», cuyo significado es, «Dios Contó tu reino y le ha puesto fin, Pesado has sido en balanza y fuiste hallado falto, tu reino ha sido Roto y entregado».

Daniel, el profeta, le explicó la razón de este juicio divino: Que Belsasar le había dado honra a dioses falsos, dioses que ni ven, ni saben, ni oyen, porque son de oro, plata, piedra… pero al Dios que Ve, Oye, Sabe, y en cuyas manos estaba su vida y su destino, nunca honró.

Daniel lo reprendió por no acordarse de honrar al único Dios que realmente importa; al Dios que tiene nuestro aliento en su mano, y tiene el control, poder y decisión de todos nuestros caminos; al Dios que es la fuente de todas nuestras bendiciones.

En el Salmo 104 el salmista dice: «…Seres pequeños y grandes… Todos ellos esperan en Ti, para que les des la comida a su tiempo» (25-27).Y Dios así lo hace. Él es el gran Dador, generoso hasta el extremo y de quien se puede depender siempre. El mensaje rotundo de la Escritura es claro: Todo le pertenece a Dios y Él todo lo reparte.

Punto de acción

¿Cómo olvidar al que tiene en sus manos cada latido de nuestro corazón? ¿Cómo no honrarlo? ¿Cómo no ensalzar, enaltecer, realzar, distinguir y reconocer a quien nos da nuestro sustento cada segundo de nuestras vidas?

No esperemos más, todo lo que Él nos ha dado o nos ha permitido tener, son vasos con los que debemos honrarlo, no los usemos para enaltecer a otros dioses.

Lectura biblica necesaria: Daniel 5(LBLA)

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