Gran bendición

Que bien nos hacen estas promesas! La verdad es que Dios quiere bendecirnos y favorecernos. ¿Por qué? Porque quiere hacernos bien y que seamos un canal de bendicion para otros.

Es por eso que debemos ser cuidadosos con las bendiciones que nos concede. Cuidadosos con lo que hacemos con ellas y así evitar convertimos en seres egoísta.

En Lucas 12:16-19, Jesús habla de un hombre que fue bendecido: «La heredad de un hombre rico había producido mucho. Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos?»

Dios es generoso y ama derramar bendiciones sobre sus hijos. El hombre de esta historia fue bendecido en abundancia, pero al mirar de cerca el conflicto en esta historia, vemos que da un giro en la dirección equivocada. V19.

Considera estas reflexiones:

• El problema no está en la riqueza del hombre sino en su avaricia.
• Muchos son tentados a acumular dinero y acciones, y otros son tentados a malgastar su dinero.
• La pobreza no nos hace inmune a la avaricia. El problema no es la riqueza sino el corazón.

Punto de acción:

El asunto no es ser dueño de posesiones, es evitar que las posesiones sean dueñas de nosotros. Ten presente, Fe en posesiones disminuye la fe en Dios. Sin embargo, el problema no es el dinero, sino el amor al dinero (1 Timoteo 6:10)