Interceder

Brecha, del heb. dfnperets: Es una abertura, fisura o grieta.
Se refiere especialmente a una grieta en un muro. Las brechas o las grietas debían ser reparadas para que los muros cumplieran su función de proteger una ciudad, o un viñedo. Para que no penetraran los intrusos, alguien debía vigilar hasta que se reparara la brecha.

Pararse sobre la brecha es una metáfora que alude a una acción intercesora. De ahí que se utilice esta figura literaria para describir la búsqueda que hace Dios de un intercesor. De alguien que se pare en la brecha, y vincule la misericordia de Dios con la necesidad humana.

Cuando Dios mandó a Ezequiel a profetizar contra los pecados de Jerusalén, declaró que no tenía otra alternativa sino juzgar la tierra. La tribu de Judá era lo único que quedaba de la viña del Señor, es decir, de su pueblo escogido. Las otras 10 tribus que habían conformado el reino de Israel, habían sido enviadas al exilio bajo Sargón, el gobernante asirio, en el año 722 a.C. Esto fue conocido en la historia del pueblo de Israel como la cautividad babilónica.

Lo sorprendente es el pronunciamiento que Dios hace: esto pudo haberse evitado si sólo uno hubiera venido ante su presencia a interceder a favor de la tierra.
Dios declara: "busqué a este hombre, y no lo hallé".

Dios se ha manifestado a tu vida no solo para que lo conozcas y disfrutes de Él para siempre. Sino también para hacer de ti un intercesor. Es decir, alguien que está "delante de Dios, a favor de otros". Con frecuencia el vallado protector alrededor de familias, iglesias y naciones, está en desastrosa condición. Dios está buscando intercesores que puedan pararse "en la brecha" causada por el pecado y ayudar a repararla mediante la oración.

Punto de acción Clama por tu nación

"Recorred las calles de Jerusalén, y mirad ahora, e informaos; buscad en sus plazas a ver si halláis hombre, si hay alguno que haga justicia, que busque verdad; y yo la perdonaré." - Jeremías 5:1 RVR1960