La actitud del corazón

La oración se funda en la suficiencia de Dios como nuestro creador todopoderoso y redentor, que nos recibe en la base de nuestra humanidad pecadora, en la certeza de que Él nos ve como criaturas pecadoras que volvemos a Él nuestros ojos, y que solo Él puede rescatarnos y sacarnos de nuestro cautiverio.

Salomón, siendo rey, pudo comprender lo que significaba el haber orado delante de Dios, el haber suplicado por su pueblo y su gente, y encontró la paz que le permitió levantarse después de estar de rodillas.
Pese a sus riquezas, a la casa tan grande y la gran multitud reunida en torno a su oración, no estaba lleno de sentimientos de orgullo y poder. Pudo ponerse de rodillas y tomar para con Dios una actitud de dependencia.

Este pasaje y la vida de Salomón es uno de los que con mayor claridad nos enseña cuál es la actitud que debe tener un mediador: debe estar orando, de rodillas delante del altar y con manos extendidas al cielo. Aunque sobre esa postura siempre habrá preguntas necesitadas de respuesta y quizá tendremos que decir como el poeta Víctor Hugo, “el alma muchas veces se encuentra de rodillas, indiferentemente de la postura del cuerpo”, la Palabra de Dios nos dice que de rodillas es la mejor posición ante Dios y que es glorioso poder hacerlo.

El salmo 95:6 habla directamente de las posturas «Venid, adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor.»

• - Venid: Hacerlo intencionalmente. El Rey de Reyes y Señor de Señores espera por quienes quieran estar en Su presencia para tener comunión, intimidad con Él.
• - Adoremos: Dar el reconocimiento a Dios por quién es Él, Sus atributos, las particularidades de Su carácter divino.
• - Postrémonos: Posición de inclinación, silencio, humillación. Postura y actitud que invita a buscar la obra de Dios que nos renueva la vida personal.
• - Doblemos la rodilla: La profecía dice «que toda rodilla se doblará delante de Él.» Isaías 45,23.

Terminemos declarando la importancia de la actitud del corazón, como concluyó el pasaje de Salomón en el versículo 61 a: “Sea, pues, perfecto vuestro corazón para con el Señor, nuestro Dios…”. Las posturas y las actitudes que ellas expresan tienen gran importancia para la persona y el entorno, por cuanto comunican mensajes. Pensemos en las que tienen que ver con dar honor y respeto justo a quien debe ser homenajeado.

Punto de acción

Puedes orar así: Amado Dios, me presento ante ti con la certeza de que tú como mi Dios todopoderoso, escuchas mi oración, mi clamor en reverencia de rodillas porque todo mi ser ha aprendido como Salomón a darte toda la gloria que te pertenece. A más de mis rodillas te ofrezco la actitud de mi corazón para que aprenda a buscarte y obedecerte todos los días de mi vida.