¿Para quién eres importante?

Fuimos hechos por Dios con la maravillosa capacidad de crecer, aprender cosas nuevas, ser creativos, pero todo ello toma mayor sentido al ayudar, enseñar, desarrollar y afirmar a otros

Es decir, al servir a otros ya sea creyentes o no creyentes, se construye la unidad para ganar a muchos, que luego harán parte del reino.

Lo peligroso del asunto es cuando en lugar de servir, enseñar, afirmar y desarrollar a otros, comenzamos a competir para ser los primeros o querer sobresalir para ser más reconocidos, es en este momento del pasaje de Mateo, cuando Jesús toma un niño en sus brazos y nos dice «Porque en el reino de Dios, las personas más importantes son humildes como este niño.» (V.4 TLA)

Debemos abandonar toda altivez, y aprender como los niños a estar libres de orgullo para recibir y servir al más humilde de los hombres, Jesús

«En otras palabras, el que esté libre de altivez como este niño tendrá un puesto importante en el reino de los cielos.
El que reciba en mi nombre a una persona así, a mí me recibe»
V.4-5 (NBV)
No utilicemos los dones y talentos de Dios para enseñorearnos sino para servir.

Punto de acción:

Observemos a los niños y aprendamos de su dependencia, alegría, confianza, obediencia. Y hagamos oraciones sencillas cada día pidiendo ser como ellos, que de seguro veremos las puertas abiertas del reino de los cielos.