Se dice de mi

¿De qué manera reaccionas cuando alguien habla mal de ti o cuando te crítica?

La verdad, es muy difícil encontrar a alguien que sepa manejar esa situación.

A veces vivimos situaciones que nos incomodan, una de ellas es enterarnos de cómo alguien a quien estimamos habla mal o da un mal concepto de nosotros.

Al saberlo, las emociones se alteran, hay cierta decepción, rabia y el corazón se siente lastimado, haciendo que en la mayoría de los casos, tomemos dos caminos: el de la depresión o el de la rabia vengativa, los cuales de no tratarse nos pueden acompañar por mucho tiempo.

¿Pero qué podemos hacer para no molestarnos?

La respuesta a esta pregunta la escuché o mejor, me la dio a conocer Romanos 12:21 que dice: «No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.»

Lo primero que entendí con esta cita es que no debemos dar tanta importancia al asunto, pues esa persona deseará que caigas en su juego y te defiendas de su ataque. ¿Estás dispuesto a caer en su trampa?

Por otro lado, cuando lo que escuchas hablar de ti es cierto, lo mejor es empezar a reconocer y corregir esa situación que daña tu buen nombre, y dale gracias a Dios pues es en tu debilidad es donde Él se glorifica; pero sí los comentarios no son ciertos, ¿para qué preocuparse?

Punto de acción

Si notas que alguien ha hablado mal de ti ¿puedes imaginar lo que sucedería si tú haces lo contrario? Es decir hablar bien de esa persona ¿cómo se sentiría?

Con toda certeza puedo decir que la mejor manera de derrotar a un enemigo es ganándolo como amigo.

Antes bien, «Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber. Actuando así, harás que se avergüence de su conducta». Rm. 12:20

¡Dios nos motiva a vencer el mal con el bien! ¡Compruébalo y verás la diferencia!