Autoevaluación

«Una vida sin examen no merece la pena ser vivida» Sócrates (470 a.C. - 399 a.C.)

No es muy común que nos guste ser examinados a menos que anhelemos ser aprobados. La aprobación en el cristiano viene de Dios, pero la evidencia de ello es cuando pasas las pruebas de la mano de Él, y no confiando en tus propias fuerzas.

¿Qué hacer entonces?

• Si vas a ser probado, mejor examínate: «Examínense a ustedes mismos y pónganse a prueba para ver si están firmes en su fe. De seguro ustedes saben que Jesucristo vive en ustedes a menos que no pasen la prueba.» 2 Corintios 13:5‭ (PDT)
• Haz siempre lo que está bien, así nadie te vea: «Siempre le rogamos a Dios que ustedes no hagan nada malo. No lo hacemos para que la gente vea que hemos pasado la prueba, sino para que ustedes hagan lo que está bien, aunque parezca que nosotros hemos fallado.» 2 Corintios 13:‬7‭ (PDT)
• Sí al ser examinado(a) no pasas la prueba, esta es una oportunidad para renovarte: «Hermanos, llénense de alegría y traten de renovarse. Hagan lo que les digo: pónganse de acuerdo entre ustedes y vivan en paz. Así, el Dios de amor y paz estará con ustedes.» 2 Corintios 13:‬11 (PDT)

Punto de acción:

Una pregunta que te ayudará a examinarte podría ser esta: ¿Te agrada mi vida Señor?

¿Te agrada cómo tabajo, cómo amo, cómo sirvo, cómo me alimento, cómo te alabo, etc...?

«Que la misericordia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la presencia del Espíritu Santo estén siempre con todos ustedes.»
2 Corintios 13: ‬14 (PDT)